La estupidez humana y las redes sociales

 La estupidez humana junto al uso de las redes sociales, la ignorancia y el afán de juzgar a los demás, la envidia y el hackeo de cuentas personales, y un largo etcétera, de los comportamientos de determinadas personas que no han superado su grado de inmadurez y que impiden progresar en la consecución de fines beneficiosos para la sociedad, son motivos más que suficientes para que, en uso de mi libertad en la elección de las relaciones personales y sociales, unido a un fin de semana pasado super enriquecedor para mí, es por lo que desconecto de redes sociales que no contribuyen en nada al bienestar y a la productividad personales.

El caso de la tiktoker que se despeña 50 metros y muere 👉 Ejemplo de estupidez

Algunas personas que se creen «maestros de todo y sabios de nada», que sacan su cabeza del hoyo en que se encuentran invernando, para hacerse notar cuando comprueban que se realizan avances en la conciencia social y personales de cara al favorecimiento de los derechos humanos inherentes al individuo, y la búsqueda constante de la felicidad, transmitiendo amor y bienestar al prójimo de manera desinteresada. Pues todo ello, parece que despierta las conciencias de los envidiosos y se lanzan a criticar, a romper, a opinar sin conocimiento,… fruto de la ignorancia y la envidia.
De ahí que, al parecer, me han hackeado la cuenta de twitter, de la que espero la posible restitución tras presentar una queja a la compañía TIC, coincidiendo, también, hace una semana, con el primer acceso ilegal a mi cuenta de Instagram, las que uso para fines sociales relacionados con la causa de la promoción de la igualdad, la libertad, el bienestar social, los derechos de la infancia y la adolescencia, entre otros derechos humanos en juego.

Han cambiado el teléfono y el email de acceso.

Pobre y miserable existencia la de estas almas en desgracia que solo descargan odio hacia los demás y hacia ellos mismos. De esta manera, cómo es de extrañar que el criterio judicial sea separarlos de sus hijos, si nada aportan hacia el libre desarrollo de la personalidad.
Si ya lo decía Úrsula: ¡Pobres almas en desgracia!
«Pobres almas en desgracia, tan tristes, tan solas.
Vienen rogando a mi caldera implorando mis hechizos, 
¿Quién les ayudó? Lo hice yo.
Un par de veces ha pasado, que el precio no han pagado, 
y tuve que sus cuerpos disolver.
Todos se han quejado, 
pero una santa me han llamado, 
estas pobres almas en desgracia».
Y puesto que no hay más ciego que el que no quiere ver. Que no hay que ayudar a quién no lo pide. Unido a la dedicación de tiempo y energía en redes sociales que no dan resultados tangibles a las personas que lo necesitan (no se come de compartir ni opinar en facebook), los poetas de wasap tendrán más espacio con un usuario menos, y de esta forma, puedan exaltar mucho mejor sus ignorantes egos.
Continúo con pleno uso de mi libertad, mi paz interior y mi autodesarrollo personal, disfrutando y aportando a personas que verdaderamente lo merecen.
Para el resto, quienes necesiten ayuda, sabéis donde encontrarme, y que gustosamente intentaré hacer todo lo que se encuentre en mis manos y en el de la asociación, o colectivo en general.
No contribuyo con la inopia social en una sociedad sedada, ni con la cifra del 80% de españoles que hace uso de las redes sociales y pasa más de seis horas navegando por internet según el informe Digital 2021.
Gratitud a todas las personas que me habéis brindado la oportunidad de conoceros. Mil gracias por el inolvidable Taller en el que hemos participado este fin de semana de fin de agosto.

2 comentarios en “La estupidez humana y las redes sociales”

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