Las estructuras familiares de la época abordadas en el Nuevo Testamento (NT) eran distintas a las actuales, no por ello, la cultura judía y grecorromana del siglo I, dejan de ser de aplicación en la actualidad, eso sí, no recogida textualmente como custodia compartida. El NT ofrece principios que pueden aplicarse para reflexionar sobre cuestiones de crianza, relaciones familiares y responsabilidad compartida en el cuidado de los hijos, como normas de aplicación universal, en todo tiempo y lugar, como Derecho Natural.
- La centralidad de los hijos en la familia
El NT valora a los niños y subraya la importancia de cuidarlos y criarlos en un entorno que fomente su desarrollo espiritual, emocional y físico.
Efesios 6:4:
"Y vosotros, padres, no provoquéis la ira a vuestros hijos, sino criadlos en disciplina y amonestación del Señor".
Este versículo enfatiza la responsabilidad de ambos padres (padre y madre) para guiar a sus hijos de manera amorosa y disciplinada, sugiriendo que la crianza es una tarea compartida.
Mateo 18:5-6:
"Y cualquiera que reciba en mi nombre a un niño como este, a mí me recibe. Y cualquiera que haga tropezar a alguno de estos pequeños que creen en mí, mejor le fuera que se le colgase al cuello una piedra de molino".
Jesús subraya la importancia de cuidar de los niños con responsabilidad y de no causarles daño, ya sea físico, emocional o espiritual.
- Los principios de justicia y responsabilidad compartida:
Aunque el NT no menciona de forma específica «la custodia compartida», promueve principios que guían las relaciones familiares en situaciones de separación o conflicto:
El amor mutuo como base:
"Ama a tu prójimo como a ti mismo." (Mateo 22:39).
Este mandamiento puede aplicarse a las relaciones entre padres separados, enfatizando el bienestar de los hijos como una prioridad.
La reconciliación y el perdón:
"Si es posible, en cuanto dependa de vosotros, estad en paz con todos los hombres." (Romanos 12:18).
Aunque el divorcio o la separación a veces es inevitable, el NT insta a los creyentes a buscar la paz y la reconciliación cuando sea posible, especialmente por el bien de los hijos.
- El rol de ambos padres en la crianza
En la cultura del NT, los padres tenían roles claramente definidos, y ambos eran considerados responsables del bienestar de los hijos. La madre desempeñaba un papel crucial en la crianza diaria, mientras que el padre era el encargado de la instrucción espiritual y de su protección.
2 Timoteo 1:5:
Pablo menciona la fe de Timoteo, que primero habitó en su abuela Loida y su madre Eunice, lo que destaca la influencia compartida de los miembros de la familia en la formación de un hijo.
A partir de los principios universales del NT, se derivan algunos postulados sobre cómo abordar la custodia compartida en un contexto moderno:
- Priorizar el bienestar de los hijos: los padres deben esforzarse por crear un entorno saludable donde los niños se sientan amados y seguros, sin importar las circunstancias familiares.
- Compartir responsabilidades equitativamente: ambos padres tienen el deber de estar presentes en la vida de sus hijos, tanto física como emocionalmente, reflejando el ideal de unidad y cooperación.
- Guiar espiritualmente a los hijos: criar a los hijos en la fe y enseñarles valores cristianos sigue siendo una responsabilidad compartida.