El Ministerio de Igualdad, a través el Instituto de la Mujer, ha dirigido carta oficial a la asociación Familias Numerosas, al objeto de reclamación de adopción de
medidas necesarias para la retirada de publicidad, así como el cumplimiento de la normativa vigente, en relación al spot publicitario «Te la están colando», motivo por el cual, el Eminentísimo y Reverencísimo Monseñor Don José Ignacio Munilla, ha realizado una argumentación en el programa de Radio María y en sus redes sociales.
En el programa de hoy quiero abordar un tema increíble: ayer, por la noche, circuló en redes sociales un mensaje relacionado con una carta enviada por la directora del Instituto de las Mujeres, dependiente del Ministerio de Igualdad, a la Asociación de Familias Numerosas de Madrid. En dicha carta, firmada por Cristina Hernández Martín el 20 de noviembre, se reclamaba la retirada de una campaña promocional de natalidad bajo el lema: «Se te está pasando el arroz».
La campaña, que anima a reflexionar sobre la paternidad y maternidad, cuestiona las prioridades sociales actuales. Según el Instituto de las Mujeres, esta campaña constituye un menoscabo a la libertad y autonomía de las mujeres sobre sus cuerpos y podría considerarse una forma de acoso y violencia psicológica.
Esto es increíble. Una asociación privada realiza una campaña que invita a reflexionar críticamente sobre los valores que asimilamos como sociedad, y desde el Ministerio de Igualdad se intenta censurarla. Vamos a escuchar el contenido del spot publicitario, aunque no podamos ver las imágenes.
Spot publicitario:
«Tú, sí tú. Te la están colando. Claro, tú no querías tener hijos. Si eres de los que sí, pero antes tiene que asentar su carrera profesional… te la están colando. Si crees que ahora es el momento de quedarse hasta tarde en la oficina… te la están colando. Si crees que tu pareja tiene que ser perfecta… te la están colando.Si lo que necesitas es un colchón económico de exactamente cuánto… te la están colando. Si los hijos los quieres más tarde porque ahora toca viajar… te la están colando. Si crees que llegará un momento mejor para tenerlos… te la han colado, pero bien.
Que antes tienes que comprar una casa… te la están colando. Que es una tarea que te supera… bueno, eso sí, pero también lo fue para tus padres y los padres de tus padres. ¿Crees que dentro de cinco años estarás más preparado?… te la están colando.
Es imposible conciliar trabajo y familia… bueno, no más que con ir al gimnasio y salir de fiesta con amigos. Si piensas que te quitarán tiempo para disfrutar de tu pareja… te la están colando. Si tu miedo es que gastan demasiado… te la están colando.
Y mientras te la cuelan, se te va pasando el arroz. Ojalá no te confunda ni te dé tiempo a formar una familia. Y si es numerosa, mejor».
Este vídeo busca poner el foco en la importancia de priorizar la familia antes de que sea tarde. Sin embargo, resulta que esta invitación a reflexionar es calificada como violenta y acosadora por el Ministerio de Igualdad.
Es importante destacar que esta situación refleja algo más profundo: una injerencia contra la libertad de expresión. El gobierno, en lugar de tutelar esta libertad, parece dispuesto a coartarla cuando la crítica no encaja con su narrativa. ¿A quién puede ofender este mensaje? Tal vez a quienes albergan una aversión a la vida o a quienes no quieren reconocer el valor de la natalidad.
Además, España enfrenta una crisis de natalidad gravísima. Somos uno de los países con índices de natalidad más bajos del mundo. En este contexto, que un gobierno ataque una campaña que anima a tener hijos es incomprensible. Debería ser una prioridad fomentar la natalidad, no censurarla.
Otro problema evidente es el uso de recursos públicos para atacar iniciativas privadas. Este ataque desde un organismo oficial, financiado con los impuestos de todos, incluyendo los de las familias numerosas, es indignante.
Para cerrar esta reflexión, me parece que el vídeo es acertado en su enfoque. No recurre al emotivismo ni a reivindicaciones políticas. Es una llamada a la autocrítica sobre cómo el pensamiento mundano puede llevarnos a postergar nuestros valores más profundos.
La injerencia estatal y la libertad de expresión
Quiero retomar un tema importante del programa: la creciente injerencia estatal en la libertad de expresión. En el caso de la campaña de familias numerosas, vemos un patrón preocupante: la restricción del debate público cuando este no encaja con las ideologías promovidas desde el poder.
El gobierno debería ser un garante de la libertad de expresión, no un censor. Sin embargo, con casos como este, se refuerza un modelo estatalista en el que solo las instituciones oficiales parecen tener derecho a opinar y regular. Esto no solo afecta a las familias, sino que crea un precedente peligroso para todas las asociaciones y ciudadanos que deseen expresar ideas contrarias al pensamiento dominante.
La familia, como núcleo básico de la sociedad, debería ser protegida y promovida por el gobierno, especialmente en un contexto de crisis de natalidad como el que vivimos en España. En lugar de apoyar iniciativas que promuevan la vida, encontramos obstáculos, críticas y censura.
Esto nos lleva a reflexionar sobre la responsabilidad que tenemos como sociedad civil. No podemos dejar que el miedo a represalias nos impida alzar la voz. Es crucial mantenernos firmes en la defensa de nuestros valores, siempre con respeto y con argumentos sólidos.
El Ministerio de Igualdad y el debate sobre la campaña de natalidad
Siguiendo con el tema del Ministerio de Igualdad y su oposición a la campaña de familias numerosas, quisiera profundizar en algunos aspectos que son claves para entender la gravedad de esta situación y las implicaciones que tiene para nuestra sociedad.
En primer lugar, el Ministerio argumenta que la campaña «Se te está pasando el arroz» supone una forma de acoso y violencia psicológica hacia las mujeres. Sin embargo, el contenido del vídeo no ataca a nadie ni impone una postura, sino que invita a reflexionar sobre las prioridades personales en torno a la maternidad y paternidad.
¿Qué hay detrás de esta reacción?
Lo que subyace aquí es un intento de imponer un pensamiento único. La mentalidad predominante, promovida por ciertas ideologías, busca desvincular la maternidad y la paternidad de los valores esenciales de la familia. Este tipo de censura intenta deslegitimar cualquier mensaje que invite a cuestionar las ideas promovidas desde el poder.
La campaña de familias numerosas pone el foco en un problema real: el retraso constante de la maternidad y paternidad en nuestra sociedad. Este fenómeno no solo afecta a las familias, sino que tiene un impacto directo en la sostenibilidad demográfica y, por ende, en la estructura social, económica y cultural de nuestro país.
Sin embargo, lo que es evidente es que desde el gobierno hay una falta de sensibilidad ante esta problemática. España tiene uno de los índices de natalidad más bajos del mundo. En lugar de incentivar políticas públicas que promuevan la natalidad, las iniciativas privadas que lo hacen son censuradas y atacadas.
La paradoja de la libertad de expresión
Otro aspecto alarmante de esta situación es cómo se vulnera la libertad de expresión. Vivimos en una sociedad donde cada vez resulta más difícil expresar opiniones que se aparten de la corriente principal sin que sean tildadas de ofensivas o inaceptables.
Lo paradójico es que aquellos que censuran este tipo de campañas suelen ser los mismos que defienden la pluralidad y el respeto por las ideas diversas. Sin embargo, cuando esas ideas desafían su visión ideológica, la pluralidad desaparece y se recurre a la censura y al amedrentamiento.
El caso de la carta oficial enviada por el Instituto de las Mujeres es un claro ejemplo de este doble rasero. Se utiliza un organismo público, financiado con dinero de todos los ciudadanos, para atacar a una asociación privada que simplemente invita a la reflexión. Esto, además, envía un mensaje intimidante a otros colectivos: «Si te atreves a cuestionar el discurso oficial, te enfrentaremos con todo el peso del aparato estatal».
La importancia de la familia como motor de la sociedad
La familia es el núcleo de la sociedad y el lugar donde se transmiten los valores fundamentales. Promover la natalidad no es solo una cuestión personal o religiosa, sino un tema de responsabilidad social.
Es irónico que mientras en otros países se están implementando políticas para incentivar la maternidad y la paternidad —como ayudas económicas, permisos parentales prolongados y beneficios fiscales—, en España se ataque a quienes intentan impulsar la natalidad desde la sociedad civil.
La crisis de natalidad no es una cuestión ideológica; es un desafío que afecta directamente al futuro del país. Menos nacimientos significan una población envejecida, un sistema de pensiones insostenible y una economía debilitada.
Reflexión final
Lo que está en juego aquí no es solo una campaña publicitaria, sino la capacidad de nuestra sociedad para dialogar, reflexionar y priorizar los temas esenciales. La censura no es el camino para resolver los desafíos sociales.
Invito a todos los que estén escuchando este programa a reflexionar sobre el mensaje de esta campaña. Más allá de las polémicas, se trata de valorar lo que realmente importa en nuestras vidas y en la sociedad. La familia es una riqueza inigualable, y no podemos permitir que este valor sea relegado o atacado.
Como decía el Papa Francisco ayer en Córcega, al ver la alta natalidad de la región: “Hagan hijos, hagan hijos. Ellos serán vuestra alegría y vuestra gloria”. Este mensaje es una invitación para todos nosotros a recordar que la vida, en todas sus etapas, es un don de Dios que debemos proteger y promover.
Implicaciones Políticas, Sociales y Culturales del Caso Ministerio de Igualdad vs. Campaña de Natalidad
El conflicto entre el Ministerio de Igualdad y la campaña de la Asociación de Familias Numerosas tiene raíces y consecuencias que van mucho más allá del enfrentamiento puntual. Este caso pone de manifiesto cuestiones estructurales relacionadas con la política pública, la narrativa cultural dominante y los desafíos sociales que enfrenta España. A continuación, analizamos estas implicaciones desde diferentes ángulos:
1. Implicaciones Políticas
Censura y control ideológico
La carta del Instituto de las Mujeres refleja un problema grave: el intento de algunas instituciones gubernamentales de controlar el discurso público mediante la censura de opiniones contrarias al pensamiento oficial. Este control no solo afecta a las asociaciones privadas, sino que limita la capacidad de la sociedad civil para participar en el debate público.
La libertad de expresión no puede restringirse arbitrariamente bajo pretextos como la “ofensa” o el “acoso psicológico”. Si bien es legítimo regular el contenido que incita al odio o promueve la violencia, la campaña de natalidad no encaja en ninguna de estas categorías. Se trata de una invitación a reflexionar sobre la prioridad de formar una familia antes de que el tiempo lo dificulte, algo que está lejos de constituir una forma de violencia.
Desconexión con las prioridades nacionales
España enfrenta una de las tasas de natalidad más bajas del mundo (7.1 nacimientos por cada 1,000 habitantes en 2022), lo que plantea serios problemas para el sistema de pensiones, la estructura demográfica y la economía a largo plazo. Sin embargo, el gobierno parece más preocupado por promover su agenda ideológica que por abordar este desafío estructural.
Otros países europeos, como Francia, Polonia o Hungría, han implementado políticas ambiciosas para incentivar la natalidad, ofreciendo beneficios fiscales, ayudas económicas, permisos parentales y otros incentivos. En España, no solo se carece de políticas efectivas en este sentido, sino que incluso se censuran iniciativas privadas que intentan abordar el problema.
Uso de recursos públicos para silenciar iniciativas privadas
El hecho de que un organismo estatal, financiado con el dinero de los contribuyentes, se utilice para atacar a una asociación privada es alarmante. Este tipo de acciones sienta un peligroso precedente en el que el aparato del Estado se convierte en una herramienta para reprimir voces disidentes. Además, resulta irónico que las familias numerosas, principales sostenedoras del sistema de pensiones, sean las que sufran estos ataques.
2. Implicaciones Sociales
El impacto del discurso individualista
La campaña de natalidad critica el individualismo predominante, que pone el énfasis en el éxito profesional, el placer personal y la autorrealización como metas prioritarias, dejando en un segundo plano la formación de una familia. Este discurso, profundamente arraigado en la cultura contemporánea, ha llevado a muchas personas a retrasar o renunciar a la maternidad y paternidad.
Si bien la autorrealización es legítima, su absolutización ha creado una crisis de valores, donde el sacrificio y la entrega, pilares de la vida familiar, son percibidos como cargas en lugar de virtudes. La campaña «Se te está pasando el arroz» intenta desafiar este paradigma, recordando que la familia es una fuente de felicidad y plenitud.
La crisis de natalidad y sus efectos en la sociedad
La caída de la natalidad tiene implicaciones profundas:
- Envejecimiento poblacional: España se enfrenta a una sociedad envejecida, con más pensionistas que trabajadores activos, lo que pone en peligro la sostenibilidad del sistema de bienestar.
- Desarraigo cultural: La disminución de las familias afecta la transmisión de valores y tradiciones. Una sociedad con menos niños es una sociedad menos dinámica y creativa.
- Aislamiento social: El individualismo exacerbado y la falta de familias numerosas aumentan el riesgo de aislamiento y soledad, especialmente en la vejez.
En este contexto, atacar una campaña que promueve la natalidad es una acción que va en contra del interés común.
3. Implicaciones Culturales
La ideología de género y el rechazo a la maternidad
El Ministerio de Igualdad ha promovido una visión de la mujer que prioriza su independencia económica y profesional por encima de otros aspectos de su identidad. Esta narrativa, si bien responde a luchas históricas legítimas, ha llegado a rechazar indirectamente la maternidad como un rol valioso, considerándola a menudo un obstáculo para la realización personal.
La campaña «Se te está pasando el arroz» choca frontalmente con esta perspectiva, al presentar la maternidad como un bien deseable y prioritario. En lugar de considerarlo como una imposición patriarcal, invita a las mujeres a reconocerlo como una opción natural y enriquecedora.
La desconexión con los valores tradicionales
El ataque a esta campaña también refleja una desconexión con los valores tradicionales de muchas familias españolas, especialmente aquellas que ven la maternidad y la paternidad como un llamado natural y un propósito de vida. En lugar de buscar un diálogo inclusivo, el discurso oficial parece alejarse de las sensibilidades culturales y religiosas de una parte significativa de la población.
El desprestigio de la familia numerosa
Las familias numerosas, tradicionalmente consideradas una bendición y un pilar de la sociedad, han pasado a ser vistas como una anomalía o una carga. Esta visión cultural es reforzada por un discurso político que minimiza su importancia, cuando, en realidad, son esenciales para garantizar la continuidad generacional y la sostenibilidad económica del país.
Propuestas y Reflexión Final
- Promover el diálogo inclusivo: Es necesario abrir espacios para debatir sobre la crisis de natalidad y el papel de la familia sin censuras ni prejuicios ideológicos.
- Fomentar políticas de apoyo a la familia: El gobierno debe priorizar medidas como ayudas económicas, incentivos fiscales y permisos parentales que faciliten la formación y sostenimiento de las familias.
- Revalorizar la maternidad y la paternidad: La sociedad necesita recuperar una visión positiva de la familia como fuente de realización personal y bien común, en lugar de verla como una carga o una limitación.
- Defender la libertad de expresión: La pluralidad de ideas es esencial para el progreso social. Las iniciativas privadas deben ser respetadas y valoradas como parte del tejido democrático.
La campaña «Se te está pasando el arroz» nos invita a reflexionar sobre nuestras prioridades y los valores que queremos transmitir a las generaciones futuras. Es un mensaje que merece ser escuchado, especialmente en un momento en el que la familia necesita ser reivindicada como el corazón de nuestra sociedad.