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Día 7 de Adviento 2024: la codicia y el poder

La codicia y el deseo de poder son temas que el Nuevo Testamento aborda de manera clara, condenándolos como actitudes contrarias a los valores del Reino de Dios. Jesús y los apóstoles advierten sobre los peligros de estas inclinaciones, tanto en el ámbito personal como en el liderazgo. Estas conductas son vistas como barreras para la verdadera fe y el servicio a los demás.

1. Jesús sobre la codicia y el poder

a) La codicia como idolatría: Jesús advierte que la codicia desvía el corazón hacia los bienes materiales, alejándolo de Dios.

Lucas 12:15: 
"Mirad, y guardaos de toda avaricia; porque la vida del hombre no consiste en la abundancia de los bienes que posee."

Aquí Jesús señala que la codicia es un peligro espiritual, ya que define la vida de manera equivocada, poniendo el énfasis en lo material.

Mateo 6:24: 
"Nadie puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o estimará al uno y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas."

Jesús identifica a las riquezas como un «señor» que compite con Dios por el control del corazón.

b) El poder y el servicio: Jesús redefine el concepto de poder, presentándolo como servicio, no dominio.

Mateo 20:25-28: 
"Sabéis que los gobernantes de las naciones se enseñorean de ellas, y los que son grandes ejercen sobre ellas potestad. Mas entre vosotros no será así, sino que el que quiera hacerse grande entre vosotros será vuestro servidor."

Este pasaje destaca que el liderazgo verdadero se basa en la humildad y el servicio, no en la búsqueda de poder.

2. Ejemplos de codicia y poder en el Nuevo Testamento

a) El joven rico (Mateo 19:16-22):

Un joven se acerca a Jesús para preguntar cómo obtener la vida eterna, pero se aleja triste cuando Jesús le pide que venda sus posesiones y las dé a los pobres. Este relato muestra cómo la codicia puede impedir que una persona siga a Cristo.

b) Judas Iscariote (Juan 12:4-6):

Judas, uno de los discípulos de Jesús, traiciona a su maestro por 30 piezas de plata. También se menciona que era codicioso y robaba de la bolsa común de los discípulos.

Juan 12:6: 
"Pero dijo esto, no porque se cuidara de los pobres, sino porque era ladrón, y teniendo la bolsa, sustraía de lo que se echaba en ella."

c) Ananías y Safira (Hechos 5:1-10):

Una pareja miente sobre el precio de una propiedad que habían vendido, quedándose con parte del dinero mientras pretendían haberlo entregado todo a la iglesia. Su acto de codicia y engaño resulta en su muerte inmediata como juicio divino.

d) Simón el mago (Hechos 8:18-24):

Simón intenta comprar el poder del Espíritu Santo con dinero, lo que lleva a Pedro a reprenderlo severamente:

Hechos 8:20: 
"Tu dinero perezca contigo, porque has pensado que el don de Dios se obtiene con dinero."

3. Advertencias apostólicas sobre la codicia y el poder

a) Pablo:

 1 Timoteo 6:10: 
"Porque raíz de todos los males es el amor al dinero, el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe y fueron traspasados de muchos dolores."

Pablo enfatiza que el problema no es el dinero en sí, sino el amor desordenado hacia él.

Efesios 5:5: 
"Porque sabéis esto, que ningún fornicario, o impuro, o avaro, que es idólatra, tiene herencia en el reino de Cristo y de Dios."

Aquí Pablo equipara la avaricia con la idolatría.

b) Santiago:

Santiago 4:1-3: 
"¿De dónde vienen las guerras y los pleitos entre vosotros? ¿No es de vuestras pasiones, las cuales combaten en vuestros miembros? Codiciáis y no tenéis; matáis y ardéis de envidia, y no podéis alcanzar; combatís y lucháis, pero no tenéis lo que deseáis, porque no pedís."

Santiago señala que la codicia y las pasiones desordenadas son fuentes de conflictos y división.

c) Pedro:

1 Pedro 5:2-3: 
"Apacentad la grey de Dios que está entre vosotros, cuidando de ella, no por fuerza, sino voluntariamente; no por ganancia deshonesta, sino con ánimo pronto; no como teniendo señorío sobre los que están a vuestro cuidado, sino siendo ejemplos de la grey."

Pedro advierte contra la búsqueda de ganancias deshonestas en el liderazgo espiritual.

4. Lecciones y principios para los creyentes

1. Contentamiento:

Hebreos 13:5: 
"Sea vuestro carácter sin avaricia, contentos con lo que tenéis, porque Él mismo ha dicho: 'Nunca te dejaré ni te desampararé.'"

2. Generosidad:

La generosidad es presentada como el antídoto a la codicia.

2 Corintios 9:7: 
"Cada uno dé como propuso en su corazón, no con tristeza ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre."

3. Dependencia de Dios:

Mateo 6:33: 
"Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas."

El Nuevo Testamento enseña que la codicia y el deseo de poder son trampas que alejan al creyente de Dios y de una vida plena en Cristo. En su lugar, se promueven valores como la humildad, el contentamiento y el servicio. Estos principios no solo transforman al individuo, sino que también crean comunidades centradas en el amor y la justicia.

Día 6 de Adviento 2024: la vanidad y el egocentrismo

El Nuevo Testamento aborda de manera directa y firme la vanidad y el egocentrismo, considerándolos como actitudes contrarias al espíritu del evangelio. Estas conductas se ven como manifestaciones de orgullo, autosuficiencia y falta de humildad, elementos que obstaculizan una relación genuina con Dios y con los demás.

A través de las enseñanzas de Jesús y los apóstoles, el Nuevo Testamento exhorta a los creyentes a adoptar una vida centrada en la humildad, el servicio y el amor.

1. La vanidad y el egocentrismo según Jesús

a) La crítica a la búsqueda de reconocimiento público: Jesús reprende a aquellos que realizan obras religiosas para ganar la aprobación de los demás.

Mateo 6:1-2:   
"Guardaos de hacer vuestra justicia delante de los hombres, para ser vistos por ellos; de otra manera, no tendréis recompensa de vuestro Padre que está en los cielos. Cuando, pues, des limosna, no hagas tocar trompeta delante de ti, como hacen los hipócritas en las sinagogas y en las calles, para ser alabados por los hombres."

Aquí, Jesús enseña que la vanidad en las obras espirituales despoja de su verdadero valor, pues busca la gloria personal en lugar de honrar a Dios.

b) La enseñanza sobre la humildad: Jesús destaca la humildad como una virtud esencial para quienes desean seguirlo.

Mateo 23:11-12: 
"El que es el mayor de vosotros sea vuestro siervo. Porque el que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido."

Jesús invierte las normas sociales de su tiempo, exaltando la humildad y el servicio sobre el orgullo y el poder.

c) La parábola del fariseo y el publicano:

Lucas 18:9-14:  "A unos que confiaban en sí mismos como justos, y menospreciaban a los otros, dijo también esta parábola: Dos hombres subieron al templo a orar: uno era fariseo, y el otro publicano. El fariseo, puesto en pie, oraba consigo mismo de esta manera: Dios, te doy gracias porque no soy como los otros hombres, ladrones, injustos, adúlteros, ni aun como este publicano; ayuno dos veces a la semana, doy diezmos de todo lo que gano. Mas el publicano, estando lejos, no quería ni aun alzar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho, diciendo: Dios, sé propicio a mí, pecador. Os digo que este descendió a su casa justificado antes que el otro; porque cualquiera que se enaltece, será humillado; y el que se humilla será enaltecido."

En esta parábola, Jesús ilustra cómo el fariseo se jacta de su justicia ante Dios, mientras que el publicano, consciente de su pecado, se humilla. La enseñanza resalta que Dios favorece la humildad sobre la autosuficiencia egocéntrica.

2. La vanidad y el egocentrismo según los apóstoles

a) Pablo:

Pablo escribe con frecuencia sobre el peligro de la vanidad y la importancia de la humildad.

Filipenses 2:3-4: 
"Nada hagáis por contienda o por vanagloria; antes bien, con humildad, estimando cada uno a los demás como superiores a sí mismo; no mirando cada uno por lo suyo propio, sino cada cual también por lo de los otros."

Este pasaje es una exhortación clara contra el egocentrismo y una invitación a imitar la actitud humilde de Cristo.

Gálatas 6:3: 
"Porque el que se cree ser algo, no siendo nada, a sí mismo se engaña."

Pablo advierte contra el orgullo engañoso que lleva a una valoración distorsionada de uno mismo.

b) Santiago:

Santiago 4:6: 
"Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes."

Santiago refuerza la enseñanza de que la arrogancia y la vanidad son barreras para recibir la gracia de Dios.

3. El contraste entre la vanidad y el llamado cristiano

a) La vida centrada en Cristo:

El Nuevo Testamento llama a los creyentes a vivir una vida centrada en Cristo, no en sí mismos.

Gálatas 2:20: "Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí."

Esta afirmación refleja un abandono del egocentrismo en favor de una vida dedicada a Cristo.

b) El amor como antídoto al egoísmo: El amor cristiano se presenta como el opuesto al egocentrismo, pues busca el bienestar de los demás.

1 Corintios 13:4-5: 
"El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece; no hace nada indebido, no busca lo suyo."

Este pasaje muestra cómo el verdadero amor elimina la vanidad y el egoísmo.

4. Reflexiones prácticas:

Evitar la vanidad y el egocentrismo.

Practicar la humildad: Reconocer que todo lo que tenemos proviene de Dios y usarlo para su gloria y el servicio a los demás.

Buscar la aprobación divina: En lugar de preocuparse por la opinión de los demás, enfocar la vida en agradar a Dios.

Servir a los demás: Seguir el ejemplo de Cristo, quien vino a servir y no a ser servido (Mateo 20:28).

El Nuevo Testamento denuncia la vanidad y el egocentrismo como actitudes contrarias al espíritu del evangelio. En su lugar, promueve la humildad, el servicio y una vida centrada en Cristo. Estas enseñanzas no solo transforman las relaciones con Dios, sino también con los demás, permitiendo una vida más auténtica y significativa.

Día 5 de Adviento 2024: la custodia compartida en el Nuevo Testamento

Las estructuras familiares de la época abordadas en el Nuevo Testamento (NT) eran distintas a las actuales, no por ello, la cultura judía y grecorromana del siglo I, dejan de ser de aplicación en la actualidad, eso sí, no recogida textualmente como custodia compartida. El NT ofrece principios que pueden aplicarse para reflexionar sobre cuestiones de crianza, relaciones familiares y responsabilidad compartida en el cuidado de los hijos, como normas de aplicación universal, en todo tiempo y lugar, como Derecho Natural.

  • La centralidad de los hijos en la familia

El NT valora a los niños y subraya la importancia de cuidarlos y criarlos en un entorno que fomente su desarrollo espiritual, emocional y físico.

Efesios 6:4:
"Y vosotros, padres, no provoquéis la ira a vuestros hijos, sino criadlos en disciplina y amonestación del Señor".

Este versículo enfatiza la responsabilidad de ambos padres (padre y madre) para guiar a sus hijos de manera amorosa y disciplinada, sugiriendo que la crianza es una tarea compartida.

Mateo 18:5-6:
"Y cualquiera que reciba en mi nombre a un niño como este, a mí me recibe. Y cualquiera que haga tropezar a alguno de estos pequeños que creen en mí, mejor le fuera que se le colgase al cuello una piedra de molino".

Jesús subraya la importancia de cuidar de los niños con responsabilidad y de no causarles daño, ya sea físico, emocional o espiritual.

  • Los principios de justicia y responsabilidad compartida:

Aunque el NT no menciona de forma específica «la custodia compartida», promueve principios que guían las relaciones familiares en situaciones de separación o conflicto:

El amor mutuo como base:
"Ama a tu prójimo como a ti mismo." (Mateo 22:39).

Este mandamiento puede aplicarse a las relaciones entre padres separados, enfatizando el bienestar de los hijos como una prioridad.

La reconciliación y el perdón:
"Si es posible, en cuanto dependa de vosotros, estad en paz con todos los hombres." (Romanos 12:18).

Aunque el divorcio o la separación a veces es inevitable, el NT insta a los creyentes a buscar la paz y la reconciliación cuando sea posible, especialmente por el bien de los hijos.

  • El rol de ambos padres en la crianza

En la cultura del NT, los padres tenían roles claramente definidos, y ambos eran considerados responsables del bienestar de los hijos. La madre desempeñaba un papel crucial en la crianza diaria, mientras que el padre era el encargado de la instrucción espiritual y de su protección.

2 Timoteo 1:5:
Pablo menciona la fe de Timoteo, que primero habitó en su abuela Loida y su madre Eunice, lo que destaca la influencia compartida de los miembros de la familia en la formación de un hijo.

A partir de los principios universales del NT, se derivan algunos postulados sobre cómo abordar la custodia compartida en un contexto moderno:

  • Priorizar el bienestar de los hijos: los padres deben esforzarse por crear un entorno saludable donde los niños se sientan amados y seguros, sin importar las circunstancias familiares.
  • Compartir responsabilidades equitativamente: ambos padres tienen el deber de estar presentes en la vida de sus hijos, tanto física como emocionalmente, reflejando el ideal de unidad y cooperación.
  • Guiar espiritualmente a los hijos: criar a los hijos en la fe y enseñarles valores cristianos sigue siendo una responsabilidad compartida.

Día 4 de Adviento 2024: La denuncia falsa en el Nuevo Testamento

La denuncia falsa aparece en el Nuevo Testamento como un acto de injusticia, generalmente perpetrado contra Jesús, los apóstoles y otros seguidores de Cristo. Este tipo de acción se relaciona con la mentira y la injusticia, y es condenada en las Escrituras debido a su capacidad para generar daño, tergiversar la verdad y oponerse a la voluntad de Dios.

En perspectiva teológica, las denuncias falsas proferidas por una persona contra otra, en oposición a la verdad, se presentan como un acto de injusticia, contra un valor central en el Nuevo Testamento: la verdad. Jesús mismo es identificado como «la verdad» (Juan 14:6), y mentir, especialmente en forma de denuncia falsa, es asociado con la obra de Satanás, «el padre de la mentira» (Juan 8:44).

La denuncia falsa origina la injusticia en el juicio. El Nuevo Testamento denuncia los sistemas corruptos que permiten que las denuncias falsas prosperen, como en los juicios injustos contra Jesús, Esteban y Pablo, además, del sufrimiento creado por la injusticia, advirtiendo Jesús y los apóstoles, que los creyentes enfrentarán acusaciones falsas y persecución, pero estas son oportunidades para testificar:

"Bienaventurados sois cuando por mi causa os vituperen y os persigan, y digan toda clase de mal contra vosotros, mintiendo" (Mateo 5:11).

Respecto de los juicios injustos y denuncias falsas:

  • Contra Jesús:
Mateo 26:59-61:
Durante el juicio de Jesús, los principales sacerdotes y el Sanedrín buscaron falsos testigos para acusarlo:
"Y los principales sacerdotes y todo el concilio buscaban falso testimonio contra Jesús, para entregarle a la muerte; y no lo hallaron, aunque muchos testigos falsos se presentaban. Pero al fin vinieron dos, que dijeron: 'Este dijo: Puedo destruir el templo de Dios, y en tres días reedificarlo.'"
Estas acusaciones fueron tergiversaciones de las palabras de Jesús y tenían el propósito de justificar su condena.
Lucas 23:2:
Frente a Pilato, se hicieron acusaciones falsas contra Jesús:
"Y comenzaron a acusarle, diciendo: 'A este hemos hallado que pervierte a la nación, y que prohíbe dar tributo a César, diciendo que él mismo es Cristo, un rey."
Esas denuncias eran distorsiones de sus enseñanzas, ya que Jesús nunca insto a desobedecer las leyes romanas.
  • Contra Esteban:
Hechos 6:11-13:
Los adversarios de Esteban incitaron a hombres a mentir sobre él, afirmando que hablaba contra Moisés y contra Dios:
"Entonces sobornaron a unos hombres para que dijeses: 'Y alborotaron al pueblo, a los ancianos y a los escribas; y arremetiendo contra él, le arrebataron y le trajeron al concilio. Y pusieron testigos falsos que decían: 'Este hombre no cesa de hablar palabras blasfemas contra este lugar santo y contra la ley.'"
Estas denuncias condujeron a su martirio.
  • Contra Pablo y sus apóstoles:
Pablo fue acusado ante el gobernador Félix con falsedades:
"Hemos hallado que este hombre es un plaga, y promotor de sediciones entre todos los judíos por todo el mundo, y cabecilla de la secta de los nazarenos. Intentó también profanar el templo, y le prendimos."
Estas denuncias falsas tenían la intención de desacreditar su misión y detener la expansión del cristianismo.

Las consecuencias de las denuncias falsas en el Nuevo Testamento, son vistas como una expresión de pecado y oposición a Dios. Los perpetradores se colocan bajo juicio divino por su injusticia y su violación de la ley moral.

Pero ante todo mal proveniente de Satanás a través de algunas personas que se han apartado de la verdad y el camino recto, los creyentes seguimos las lecciones y aplicaciones de Jesús, confiando en Dios ante la injusticia, llamados a confiar en Él y su justicia, incluso cuando enfrentamos falsas acusaciones.

«El Señor juzgará a su pueblo.» (Hebreos 10:30).

Comprometidos con la verdad, los cristianos reflejamos la verdad en nuestras ideas y acciones, y rechazamos cualquier forma de mentira, incluyendo las denuncias falsas.

En resumen, el Nuevo Testamento condena las denuncias falsas como un grave pecado que distorsiona la verdad y busca dañar a otros. Al mismo tiempo, presenta la confianza en Dios y la perseverancia como la respuesta adecuada ante tales situaciones. Amén.

Día 3 de Adviento 2024: estrategias justificadas bajo la dirección divina

Aunque más comunes en el Antiguo Testamento (como el caso de Rahab en Josué 2), el Nuevo Testamento resalta la importancia de actuar con sabiduría y discernimiento en situaciones difíciles.

Mateo 10:16:»He aquí, yo os envío como a ovejas en medio de lobos; sed, pues, prudentes como serpientes, y sencillos como palomas.»Aquí, Jesús no aboga por la mentira o el engaño, pero sí por la prudencia estratégica en un mundo hostil.

Día 2 de Adviento 2024: El disfraz en el Nuevo Testamento

El tema del disfraz en el NT, aunque no se menciona de forma directa en el contexto de «disfrazarse» con ropas físicas, aparece en varios episodios simbólicos y espirituales relacionados con la hipocresía, el engaño, y la transformación espiritual.

En lo que respecta a su uso para lograr un fin justo no es común en el NT, ya que el énfasis suele estar en la transparencia, la verdad y la autenticidad en las acciones de los seguidores de Cristo. Sin embargo, hay ejemplos en las Escrituras en los que personas y apóstoles modifican su apariencia, conducta o circunstancias de manera estratégica, aunque no necesariamente usando un disfraz literal, para cumplir un propósito justo o alineado con la voluntad divina.

  • El apóstol San Pablo adaptándose a las culturas

Aunque no se disfraza en sentido literal, adopta diferentes posturas culturales y comportamientos para alcanzar a distintos grupos de personas con el mensaje del Evangelio.

1 Corintios 9:20-22:

«Me he hecho a los judíos como judío, para ganar a los judíos; a los que están sujetos a la ley (aunque yo no esté sujeto a la ley), como sujeto a la ley, para ganar a los que están sujetos a la ley; a los que están sin ley, como si yo estuviera sin ley (no estando yo sin la ley de Dios, sino bajo la ley de Cristo), para ganar a los que están sin ley. Me he hecho débil a los débiles, para ganar a los débiles; a todos me he hecho de todo, para que de todos modos salve a algunos.»

Aquí, Pablo usa su capacidad de adaptarse culturalmente como una «estrategia» para ganar almas para Cristo. Aunque no implica un disfraz físico, se asemeja a una «adaptación» de identidad para un propósito justo.

Día 1 de Adviento 2024

Comenzamos el Adviento, palabra del latín «advenio, adviniere», preparación para el que viene: Jesucristo en Belén.

Eternas víctimas de género

Nuestra mente sexista, los prejuicios sociales y las dudas en torno a lo “políticamente correcto” impiden que el problema de la violencia en las relaciones de pareja sea comprendido desde el plano de la plena y sana igualdad.

Eternas víctimas, término políticamente incorrecto para un sector de nuestra sociedad actual, y como medio de libre expresión para crear una opinión que permita progresar en el actual panorama de ideología de género e igualdad que fomentan las instituciones y poderes públicos, muy injusta cualitativa y cuantitativamente con los hombres, que soportan aberraciones legales y judiciales en relación a la igualdad y a la presunción de inocencia como derechos fundamentales.

Nuestra actual Ley de protección integral contra la violencia de género no protege a las verdaderas víctimas del maltrato, no solo tolerando, sino fomentando cifras de denuncias archivadas y falsas en torno a un 75% de las presentadas. Un panorama desalentador que destruye vidas, familias, separa a hijos de sus padres, inyectando el odio, el rencor, la ira en las personas y en nuestra sociedad.

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Como persona y padre padezco este sistema injusto, al igual que cientos de miles de mujeres y hombres, hijos e hijas, abuelos y abuelas, tíos y tías, menores de edad y adultos…, en contraposición con el eje sustentador: la mujer, como refiere esta ley, «por el hecho mismo de serlo».

La violencia de género actual es un tipo de violencia que padecen únicamente las mujeres, una deducción errónea ya que otorga al varón el rol inamovible de agresor y a la mujer la condición infranqueable de víctima. Además, este tipo de violencia concibe al hombre como responsable de la agresión, realizada con el único propósito de mantener la situación de desigualdad que padecen las féminas y, exclusivamente, en aquellas circunstancias en las que el sexo femenino agrediese al varón sería porque se están defendiendo. Todo esto genera conceptos carentes de veracidad e introducen sesgos en la realidad.

Se utiliza esta expresión «violencia de género» y provoca prejuzgar de forma errónea a los hombres, obviando que existen mujeres que emplean violencia y que, de la misma manera que hay víctimas mujeres hay víctimas hombres. De esta forma, surge la invención de que el hombre casi siempre es el maltratador y la mujer la víctima.

Afirmación que han desmentido los investigadores al comprobar que la violencia que se da en la pareja, puede efectuarla tanto un hombre como una mujer (TOLDOS ROMERO, M.P., 2013).

Tras un largo proceso personal he comprendido este significado. Uno no se da cuenta de la noche a la mañana, es un tiempo largo de  madurez individual.

Nuestra sociedad no contempla la figura de hombre maltratado, porque tanto histórica, social y culturalmente sostiene el rol femenino que caracteriza a la mujer como un sujeto endeble, sumiso y afectuoso, manifestándose que no son capaces de realizar comportamientos violentos atribuidos a los hombres. ¡ES FALSO! Doy buena fe de ello.

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Mi energía vital y mi existencia, una vez soportada por mi esta carga de injusticia social, legal y judicial, se centra en el activismo por la igualdad entre personas, y oposición y erradicación de todo tipo de violencia sobre las mismas, independientemente de su sexo, como colaborador desde el 2.017, integrante de la asociación «Custodia compartida: por los derechos del menor y la familia».

Tocar estos temas parece que está mal visto, se etiqueta de machista, y se está desinformando a la sociedad por parte de los poderes públicos y los medios de comunicación mayoritarios sobre la realidad de las personas maltratadas y las verdaderas víctimas.

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