¿Acaso alguna fuente echa por una misma abertura agua dulce y amarga? Este pasaje se encuentra en el capítulo 3:11 de la carta de Santiago, donde el autor aborda el tema del control de la lengua y su impacto en la vida cristiana. Santiago utiliza imágenes concretas, como la fuente de agua, para ilustrar la contradicción que puede existir en los comportamientos humanos. De esta manera, ¿son compatibles los postulados del cristianismo con las denuncias falsas de la ideología feminista?
Así como una fuente no puede producir simultáneamente agua dulce y amarga, Santiago señala que un creyente debe ser coherente en su vida. La lengua no debe usarse para bendecir a Dios y, al mismo tiempo, maldecir a otros. Este versículo llama a reflexionar sobre la pureza de nuestras palabras. Santiago critica la duplicidad, enfatizando que la verdadera fe se refleja en un habla consistente y edificante. Jesús enseña en Lucas 6:45 que «de la abundancia del corazón habla la boca.» Santiago conecta esta enseñanza al mostrar que nuestras palabras revelan la condición de nuestro corazón.
¿Te has planteado las siguientes interrogantes antes de interponer una denuncia por malos tratos a tu pareja con conocimiento de su falsedad o espuriedad?
Examina si tus palabras reflejan amor, verdad y bondad, y si contradicen nuestra fe cristiana.
Busca la transformación del corazón, para que tus palabras sean coherentes con nuestra fe en Cristo.
Reconoce la responsabilidad que tenemos en cómo usamos la lengua para influir en otros.
Recuerda que el versículo nos recuerda la importancia de ser sinceros y consistentes en nuestro testimonio cristiano, empezando por lo que decimos.
Si has estado acusado por un delito que no has cometido, y no solo eso, te han difamado y maldecido ante los demás mostrando un perfil personal que no se corresponde con tu ser, puede servirte de motivación, el caso del blogger de Aguaculce70.com.
Fui denunciado por un delito de malos tratos psicológicos habituales el 6 de julio de 2017, y absuelto tras cinco años y dos meses de proceso judicial abierto. Hemos sometido el contenido de esta sentencia de absolución a la pericia de la inteligencia artificial, y acá abajo te dejo el resultado centrado en la falsedad y espuriedad
El móvil espurio en el contexto de esta sentencia se refiere a la posibilidad de que las acciones de Señora X (como la denuncia por maltrato psicológico habitual) estuvieran motivadas por razones ajenas al objetivo legítimo de buscar justicia. Este concepto es crucial porque, si se demuestra que existe un interés ulterior, puede debilitar la credibilidad de su testimonio y, por ende, la solidez de las acusaciones.
Elementos que Apuntan a un Móvil Espurio en el Caso:
Conflicto por la Custodia de las Hijas:
El tribunal destaca que la denuncia fue presentada más de un año después de la ruptura de la relación, justo después de que el acusado iniciara un procedimiento judicial para regular la custodia de las hijas.
La denunciante negó haber tenido conocimiento de esta demanda, pero el tribunal considera esto poco creíble, dado que la información podría haber llegado a través de su círculo cercano (amiga funcionaria del juzgado) o de manera directa.
Inquietud por la Nueva Pareja del Acusado:
Se menciona que el conflicto entre ambas partes se intensificó a partir de que la Señora X se enteró, supuestamente por sus propias hijas, de que el acusado convivía con una nueva pareja y los hijos de esta última.
Según el documento, la denunciante manifestó inquietud por las condiciones en las que sus hijas estaban con el acusado y su nueva pareja, y expresó abiertamente su desaprobación hacia esta relación, lo que podría interpretarse como una fuente de resentimiento.
Tiempo Transcurrido Antes de Denunciar:
Señora X decidió interponer la denuncia por maltrato psicológico habitual una década después de convivir con el acusado y más de un año después de la separación. Esto plantea dudas, especialmente porque, según el tribunal, la convivencia posterior a la ruptura había sido aparentemente normal durante algunos meses.
Declaraciones y Actitudes Contradictorias:
En el juicio, Señora X reconoció haber enviado mensajes críticos hacia la nueva pareja del acusado, aunque afirmó no saber inicialmente que esa persona era su pareja. Este tipo de comentarios pueden interpretarse como evidencia de resentimiento o celos.
El tribunal también señala la falta de pruebas contundentes que respalden su denuncia, como testimonios de personas cercanas, informes escolares o documentación que pudiera haber obtenido para fortalecer su caso.
Hipotético Uso de la Denuncia como Herramienta en el Conflicto:
El tribunal menciona que, tras el inicio de la demanda del acusado para obtener la custodia compartida, la denuncia pudo haberse presentado como una estrategia para desacreditarlo o afectar sus posibilidades en el proceso de custodia.
Este móvil espurio estaría ligado al control de las hijas y a un posible deseo de limitar la relación del acusado con ellas.
Indicadores de Relaciones Conflictivas Previas:
El tribunal apunta a que las tensiones por la custodia se agravaron en paralelo al conocimiento de que el acusado había reconstruido su vida sentimental. Esto podría haber generado un sentimiento de vulnerabilidad o una percepción de amenaza en Señora X, motivándola a tomar medidas drásticas.
Conclusión del Tribunal sobre el Móvil Espurio:
El tribunal concluye que las circunstancias y el contexto del conflicto sugieren la posibilidad de que la denuncia no estuviera exclusivamente motivada por los supuestos maltratos, sino también por una combinación de factores emocionales (celos, resentimiento) y prácticos (intereses en el proceso de custodia). Esto se refuerza por:
Las vaguedades y contradicciones en el testimonio de Señora X.
La ausencia de evidencias objetivas que corroboren el relato.
La coincidencia temporal entre la denuncia y los conflictos legales por la custodia.
Esta evaluación lleva al tribunal a considerar que el relato de la denunciante no tiene la solidez necesaria para desvirtuar la presunción de inocencia del acusado.
Puedes dejar tu opinión al respecto en los comentarios:
El Islamismo (o Islam) no se menciona en el Nuevo Testamento, ya que el Islam surgió en el siglo VII d.C., varios siglos después de la redacción de los textos del Nuevo Testamento. Sin embargo, se pueden hacer reflexiones sobre las relaciones entre los principios cristianos del Nuevo Testamento y algunos conceptos del Islam desde una perspectiva teológica e histórica.
Perspectivas cristianas sobre el Islam en relación con el Nuevo Testamento
Jesús en el Islam y el Nuevo Testamento
En el Islam, Jesús (Isa) es considerado un profeta importante, nacido milagrosamente de la virgen María (Maryam), pero no es reconocido como el Hijo de Dios ni como el Mesías redentor.
El Nuevo Testamento presenta a Jesús como el Hijo de Dios, el Salvador y la encarnación del Verbo divino:
Juan 1:14:«Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros.»
Mateo 16:16: Pedro declara: «Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente.»
Contraste:
Para el Nuevo Testamento, la identidad divina de Jesús es central, mientras que en el Islam es visto como un mensajero humano subordinado a Alá.
La creencia en un Dios único Tanto el Nuevo Testamento como el Islam comparten la creencia en un único Dios:
Nuevo Testamento:
1 Corintios 8:6:«Para nosotros, sin embargo, solo hay un Dios, el Padre, del cual proceden todas las cosas.»
Islam:
El tawhid (unicidad de Dios) es el fundamento de la fe islámica.
Convergencia:
Ambas tradiciones rechazan la idolatría y llaman a la adoración de un Dios único.
La salvación y la fe
Nuevo Testamento: La salvación se entiende como un don de gracia a través de la fe en Jesucristo:
Efesios 2:8-9:«Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe.»
Islam: En el Islam, la salvación se basa en el cumplimiento de los cinco pilares, la obediencia a las enseñanzas del Corán y la misericordia de Alá.
Diferencia clave:
El cristianismo del Nuevo Testamento enfatiza la gracia y la fe en Cristo como el medio exclusivo de salvación, mientras que el Islam pone un mayor énfasis en las obras y la sumisión a Dios.
El papel de las Escrituras
El Islam reconoce el Injil (Evangelio) como una escritura revelada por Dios, pero sostiene que las versiones actuales del Nuevo Testamento han sido alteradas o corrompidas.
El Nuevo Testamento, en cambio, se presenta como la revelación definitiva de Dios a través de Jesucristo, quien cumple las promesas del Antiguo Testamento.
Contraste:
Mientras que el cristianismo considera el Nuevo Testamento como inmutable y autoritativo, el Islam ve al Corán como la corrección final y completa de las escrituras anteriores.
La misión de los creyentes
Nuevo Testamento: Jesús llama a sus seguidores a hacer discípulos de todas las naciones:
Mateo 28:19:«Id, pues, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.»
Islam: La dawah (llamada al Islam) también tiene como objetivo invitar a otros a la fe en Alá.
Diferencias en la evangelización:
Aunque ambos llaman a la difusión de la fe, el cristianismo pone un énfasis en el amor y el sacrificio personal reflejados en la vida de Jesús, mientras que en el Islam el enfoque puede variar según las interpretaciones históricas y culturales.
Relación histórica entre cristianismo e Islam
Desde una perspectiva histórica, las dos religiones han tenido interacciones significativas, a menudo marcadas por conflictos, pero también por diálogo y convivencia pacífica en ciertos períodos. El Nuevo Testamento llama a la reconciliación y el amor incluso hacia quienes no comparten la misma fe:
Mateo 5:44:«Amad a vuestros enemigos y orad por los que os persiguen.»
Reflexión teológica
Aunque el Islam no se menciona directamente en el Nuevo Testamento, los principios cristianos proporcionan una base para entender y relacionarse con otras religiones, incluida la islámica:
Respeto mutuo y diálogo: Los cristianos están llamados a mostrar amor y respeto a todos los pueblos, incluyendo a los musulmanes, mientras dan testimonio del Evangelio.
La misión del Reino de Dios: El Nuevo Testamento enfatiza la expansión del Reino de Dios a través de la proclamación del Evangelio y la transformación del corazón humano por medio de Cristo.
Conclusión
El Islam y el Nuevo Testamento representan dos tradiciones religiosas distintas con puntos de convergencia (como la creencia en un Dios único) y divergencia (como la identidad de Jesús y el camino a la salvación). Aunque no aborda directamente el Islam, el Nuevo Testamento ofrece principios universales como el amor, la reconciliación y el testimonio, que guían a los cristianos en su relación con otras religiones.
El Ministerio de Igualdad, a través el Instituto de la Mujer, ha dirigido carta oficial a la asociación Familias Numerosas, al objeto de reclamación de adopción de medidas necesarias para la retirada de publicidad, así como el cumplimiento de la normativa vigente, en relación al spot publicitario «Te la están colando», motivo por el cual, el Eminentísimo y Reverencísimo Monseñor Don José Ignacio Munilla, ha realizado una argumentación en el programa de Radio María y en sus redes sociales.
En el programa de hoy quiero abordar un tema increíble: ayer, por la noche, circuló en redes sociales un mensaje relacionado con una carta enviada por la directora del Instituto de las Mujeres, dependiente del Ministerio de Igualdad, a la Asociación de Familias Numerosas de Madrid. En dicha carta, firmada por Cristina Hernández Martín el 20 de noviembre, se reclamaba la retirada de una campaña promocional de natalidad bajo el lema: «Se te está pasando el arroz».
La campaña, que anima a reflexionar sobre la paternidad y maternidad, cuestiona las prioridades sociales actuales. Según el Instituto de las Mujeres, esta campaña constituye un menoscabo a la libertad y autonomía de las mujeres sobre sus cuerpos y podría considerarse una forma de acoso y violencia psicológica.
Esto es increíble. Una asociación privada realiza una campaña que invita a reflexionar críticamente sobre los valores que asimilamos como sociedad, y desde el Ministerio de Igualdad se intenta censurarla. Vamos a escuchar el contenido del spot publicitario, aunque no podamos ver las imágenes.
Spot publicitario: «Tú, sí tú. Te la están colando. Claro, tú no querías tener hijos. Si eres de los que sí, pero antes tiene que asentar su carrera profesional… te la están colando. Si crees que ahora es el momento de quedarse hasta tarde en la oficina… te la están colando. Si crees que tu pareja tiene que ser perfecta… te la están colando.
Si lo que necesitas es un colchón económico de exactamente cuánto… te la están colando. Si los hijos los quieres más tarde porque ahora toca viajar… te la están colando. Si crees que llegará un momento mejor para tenerlos… te la han colado, pero bien.
Que antes tienes que comprar una casa… te la están colando. Que es una tarea que te supera… bueno, eso sí, pero también lo fue para tus padres y los padres de tus padres. ¿Crees que dentro de cinco años estarás más preparado?… te la están colando.
Es imposible conciliar trabajo y familia… bueno, no más que con ir al gimnasio y salir de fiesta con amigos. Si piensas que te quitarán tiempo para disfrutar de tu pareja… te la están colando. Si tu miedo es que gastan demasiado… te la están colando.
Y mientras te la cuelan, se te va pasando el arroz. Ojalá no te confunda ni te dé tiempo a formar una familia. Y si es numerosa, mejor».
Este vídeo busca poner el foco en la importancia de priorizar la familia antes de que sea tarde. Sin embargo, resulta que esta invitación a reflexionar es calificada como violenta y acosadora por el Ministerio de Igualdad.
Es importante destacar que esta situación refleja algo más profundo: una injerencia contra la libertad de expresión. El gobierno, en lugar de tutelar esta libertad, parece dispuesto a coartarla cuando la crítica no encaja con su narrativa. ¿A quién puede ofender este mensaje? Tal vez a quienes albergan una aversión a la vida o a quienes no quieren reconocer el valor de la natalidad.
Además, España enfrenta una crisis de natalidad gravísima. Somos uno de los países con índices de natalidad más bajos del mundo. En este contexto, que un gobierno ataque una campaña que anima a tener hijos es incomprensible. Debería ser una prioridad fomentar la natalidad, no censurarla.
Otro problema evidente es el uso de recursos públicos para atacar iniciativas privadas. Este ataque desde un organismo oficial, financiado con los impuestos de todos, incluyendo los de las familias numerosas, es indignante.
Para cerrar esta reflexión, me parece que el vídeo es acertado en su enfoque. No recurre al emotivismo ni a reivindicaciones políticas. Es una llamada a la autocrítica sobre cómo el pensamiento mundano puede llevarnos a postergar nuestros valores más profundos.
La injerencia estatal y la libertad de expresión
Quiero retomar un tema importante del programa: la creciente injerencia estatal en la libertad de expresión. En el caso de la campaña de familias numerosas, vemos un patrón preocupante: la restricción del debate público cuando este no encaja con las ideologías promovidas desde el poder.
El gobierno debería ser un garante de la libertad de expresión, no un censor. Sin embargo, con casos como este, se refuerza un modelo estatalista en el que solo las instituciones oficiales parecen tener derecho a opinar y regular. Esto no solo afecta a las familias, sino que crea un precedente peligroso para todas las asociaciones y ciudadanos que deseen expresar ideas contrarias al pensamiento dominante.
La familia, como núcleo básico de la sociedad, debería ser protegida y promovida por el gobierno, especialmente en un contexto de crisis de natalidad como el que vivimos en España. En lugar de apoyar iniciativas que promuevan la vida, encontramos obstáculos, críticas y censura.
Esto nos lleva a reflexionar sobre la responsabilidad que tenemos como sociedad civil. No podemos dejar que el miedo a represalias nos impida alzar la voz. Es crucial mantenernos firmes en la defensa de nuestros valores, siempre con respeto y con argumentos sólidos.
El Ministerio de Igualdad y el debate sobre la campaña de natalidad
Siguiendo con el tema del Ministerio de Igualdad y su oposición a la campaña de familias numerosas, quisiera profundizar en algunos aspectos que son claves para entender la gravedad de esta situación y las implicaciones que tiene para nuestra sociedad.
En primer lugar, el Ministerio argumenta que la campaña «Se te está pasando el arroz» supone una forma de acoso y violencia psicológica hacia las mujeres. Sin embargo, el contenido del vídeo no ataca a nadie ni impone una postura, sino que invita a reflexionar sobre las prioridades personales en torno a la maternidad y paternidad.
¿Qué hay detrás de esta reacción?
Lo que subyace aquí es un intento de imponer un pensamiento único. La mentalidad predominante, promovida por ciertas ideologías, busca desvincular la maternidad y la paternidad de los valores esenciales de la familia. Este tipo de censura intenta deslegitimar cualquier mensaje que invite a cuestionar las ideas promovidas desde el poder.
La campaña de familias numerosas pone el foco en un problema real: el retraso constante de la maternidad y paternidad en nuestra sociedad. Este fenómeno no solo afecta a las familias, sino que tiene un impacto directo en la sostenibilidad demográfica y, por ende, en la estructura social, económica y cultural de nuestro país.
Sin embargo, lo que es evidente es que desde el gobierno hay una falta de sensibilidad ante esta problemática. España tiene uno de los índices de natalidad más bajos del mundo. En lugar de incentivar políticas públicas que promuevan la natalidad, las iniciativas privadas que lo hacen son censuradas y atacadas.
La paradoja de la libertad de expresión
Otro aspecto alarmante de esta situación es cómo se vulnera la libertad de expresión. Vivimos en una sociedad donde cada vez resulta más difícil expresar opiniones que se aparten de la corriente principal sin que sean tildadas de ofensivas o inaceptables.
Lo paradójico es que aquellos que censuran este tipo de campañas suelen ser los mismos que defienden la pluralidad y el respeto por las ideas diversas. Sin embargo, cuando esas ideas desafían su visión ideológica, la pluralidad desaparece y se recurre a la censura y al amedrentamiento.
El caso de la carta oficial enviada por el Instituto de las Mujeres es un claro ejemplo de este doble rasero. Se utiliza un organismo público, financiado con dinero de todos los ciudadanos, para atacar a una asociación privada que simplemente invita a la reflexión. Esto, además, envía un mensaje intimidante a otros colectivos: «Si te atreves a cuestionar el discurso oficial, te enfrentaremos con todo el peso del aparato estatal».
La importancia de la familia como motor de la sociedad
La familia es el núcleo de la sociedad y el lugar donde se transmiten los valores fundamentales. Promover la natalidad no es solo una cuestión personal o religiosa, sino un tema de responsabilidad social.
Es irónico que mientras en otros países se están implementando políticas para incentivar la maternidad y la paternidad —como ayudas económicas, permisos parentales prolongados y beneficios fiscales—, en España se ataque a quienes intentan impulsar la natalidad desde la sociedad civil.
La crisis de natalidad no es una cuestión ideológica; es un desafío que afecta directamente al futuro del país. Menos nacimientos significan una población envejecida, un sistema de pensiones insostenible y una economía debilitada.
Reflexión final
Lo que está en juego aquí no es solo una campaña publicitaria, sino la capacidad de nuestra sociedad para dialogar, reflexionar y priorizar los temas esenciales. La censura no es el camino para resolver los desafíos sociales.
Invito a todos los que estén escuchando este programa a reflexionar sobre el mensaje de esta campaña. Más allá de las polémicas, se trata de valorar lo que realmente importa en nuestras vidas y en la sociedad. La familia es una riqueza inigualable, y no podemos permitir que este valor sea relegado o atacado.
Como decía el Papa Francisco ayer en Córcega, al ver la alta natalidad de la región: “Hagan hijos, hagan hijos. Ellos serán vuestra alegría y vuestra gloria”. Este mensaje es una invitación para todos nosotros a recordar que la vida, en todas sus etapas, es un don de Dios que debemos proteger y promover.
Implicaciones Políticas, Sociales y Culturales del Caso Ministerio de Igualdad vs. Campaña de Natalidad
El conflicto entre el Ministerio de Igualdad y la campaña de la Asociación de Familias Numerosas tiene raíces y consecuencias que van mucho más allá del enfrentamiento puntual. Este caso pone de manifiesto cuestiones estructurales relacionadas con la política pública, la narrativa cultural dominante y los desafíos sociales que enfrenta España. A continuación, analizamos estas implicaciones desde diferentes ángulos:
1. Implicaciones Políticas
Censura y control ideológico
La carta del Instituto de las Mujeres refleja un problema grave: el intento de algunas instituciones gubernamentales de controlar el discurso público mediante la censura de opiniones contrarias al pensamiento oficial. Este control no solo afecta a las asociaciones privadas, sino que limita la capacidad de la sociedad civil para participar en el debate público.
La libertad de expresión no puede restringirse arbitrariamente bajo pretextos como la “ofensa” o el “acoso psicológico”. Si bien es legítimo regular el contenido que incita al odio o promueve la violencia, la campaña de natalidad no encaja en ninguna de estas categorías. Se trata de una invitación a reflexionar sobre la prioridad de formar una familia antes de que el tiempo lo dificulte, algo que está lejos de constituir una forma de violencia.
Desconexión con las prioridades nacionales
España enfrenta una de las tasas de natalidad más bajas del mundo (7.1 nacimientos por cada 1,000 habitantes en 2022), lo que plantea serios problemas para el sistema de pensiones, la estructura demográfica y la economía a largo plazo. Sin embargo, el gobierno parece más preocupado por promover su agenda ideológica que por abordar este desafío estructural.
Otros países europeos, como Francia, Polonia o Hungría, han implementado políticas ambiciosas para incentivar la natalidad, ofreciendo beneficios fiscales, ayudas económicas, permisos parentales y otros incentivos. En España, no solo se carece de políticas efectivas en este sentido, sino que incluso se censuran iniciativas privadas que intentan abordar el problema.
Uso de recursos públicos para silenciar iniciativas privadas
El hecho de que un organismo estatal, financiado con el dinero de los contribuyentes, se utilice para atacar a una asociación privada es alarmante. Este tipo de acciones sienta un peligroso precedente en el que el aparato del Estado se convierte en una herramienta para reprimir voces disidentes. Además, resulta irónico que las familias numerosas, principales sostenedoras del sistema de pensiones, sean las que sufran estos ataques.
2. Implicaciones Sociales
El impacto del discurso individualista
La campaña de natalidad critica el individualismo predominante, que pone el énfasis en el éxito profesional, el placer personal y la autorrealización como metas prioritarias, dejando en un segundo plano la formación de una familia. Este discurso, profundamente arraigado en la cultura contemporánea, ha llevado a muchas personas a retrasar o renunciar a la maternidad y paternidad.
Si bien la autorrealización es legítima, su absolutización ha creado una crisis de valores, donde el sacrificio y la entrega, pilares de la vida familiar, son percibidos como cargas en lugar de virtudes. La campaña «Se te está pasando el arroz» intenta desafiar este paradigma, recordando que la familia es una fuente de felicidad y plenitud.
La crisis de natalidad y sus efectos en la sociedad
La caída de la natalidad tiene implicaciones profundas:
Envejecimiento poblacional: España se enfrenta a una sociedad envejecida, con más pensionistas que trabajadores activos, lo que pone en peligro la sostenibilidad del sistema de bienestar.
Desarraigo cultural: La disminución de las familias afecta la transmisión de valores y tradiciones. Una sociedad con menos niños es una sociedad menos dinámica y creativa.
Aislamiento social: El individualismo exacerbado y la falta de familias numerosas aumentan el riesgo de aislamiento y soledad, especialmente en la vejez.
En este contexto, atacar una campaña que promueve la natalidad es una acción que va en contra del interés común.
3. Implicaciones Culturales
La ideología de género y el rechazo a la maternidad
El Ministerio de Igualdad ha promovido una visión de la mujer que prioriza su independencia económica y profesional por encima de otros aspectos de su identidad. Esta narrativa, si bien responde a luchas históricas legítimas, ha llegado a rechazar indirectamente la maternidad como un rol valioso, considerándola a menudo un obstáculo para la realización personal.
La campaña «Se te está pasando el arroz» choca frontalmente con esta perspectiva, al presentar la maternidad como un bien deseable y prioritario. En lugar de considerarlo como una imposición patriarcal, invita a las mujeres a reconocerlo como una opción natural y enriquecedora.
La desconexión con los valores tradicionales
El ataque a esta campaña también refleja una desconexión con los valores tradicionales de muchas familias españolas, especialmente aquellas que ven la maternidad y la paternidad como un llamado natural y un propósito de vida. En lugar de buscar un diálogo inclusivo, el discurso oficial parece alejarse de las sensibilidades culturales y religiosas de una parte significativa de la población.
El desprestigio de la familia numerosa
Las familias numerosas, tradicionalmente consideradas una bendición y un pilar de la sociedad, han pasado a ser vistas como una anomalía o una carga. Esta visión cultural es reforzada por un discurso político que minimiza su importancia, cuando, en realidad, son esenciales para garantizar la continuidad generacional y la sostenibilidad económica del país.
Propuestas y Reflexión Final
Promover el diálogo inclusivo: Es necesario abrir espacios para debatir sobre la crisis de natalidad y el papel de la familia sin censuras ni prejuicios ideológicos.
Fomentar políticas de apoyo a la familia: El gobierno debe priorizar medidas como ayudas económicas, incentivos fiscales y permisos parentales que faciliten la formación y sostenimiento de las familias.
Revalorizar la maternidad y la paternidad: La sociedad necesita recuperar una visión positiva de la familia como fuente de realización personal y bien común, en lugar de verla como una carga o una limitación.
Defender la libertad de expresión: La pluralidad de ideas es esencial para el progreso social. Las iniciativas privadas deben ser respetadas y valoradas como parte del tejido democrático.
La campaña «Se te está pasando el arroz» nos invita a reflexionar sobre nuestras prioridades y los valores que queremos transmitir a las generaciones futuras. Es un mensaje que merece ser escuchado, especialmente en un momento en el que la familia necesita ser reivindicada como el corazón de nuestra sociedad.
En estos tiempos, donde el progresismo, esta ideología disolvente del ser humano, plantea posiciones utilitaristas —es decir, que no toma decisiones morales sobre el bien o el mal, sino sobre lo útil y lo inútil—, estas posturas relativistas, que niegan verdades absolutas, han tenido un impacto enorme y muy negativo en nuestra sociedad.
Vamos a abordar dos aspectos: uno, el conocimiento. ¿Por qué es importante para la comunidad tener acceso a este conocimiento? Vamos a estudiar y analizar un poco este concepto de conocimiento. Y, también, muy importante, la relación entre razón y fe, entre ciencia y religión.
No existe ningún conflicto, como se quiere presentar hoy, de que el creyente es, básicamente, una persona inhabilitada mentalmente para la ciencia. Si hablamos desde nuestra convicción, desde el punto de vista católico, bíblico, evangélico, la Biblia nos dice:
1 Pedro 3:15: "sino santificad a Dios el Señor en vuestros corazones, y estad siempre preparados para presentar defensa con mansedumbre y reverencia ante todo el que os demande razón de la esperanza que hay en vosotros"
Entonces, entendemos que todo comportamiento, que toda postura, obedece a un conocimiento, sea este bíblico, político o económico.
El conocimiento es vital. De hecho, es parte de nuestra alma, es parte de lo que nosotros somos, y no podemos dejarlo de lado. En el conocimiento —sea del tipo que sea, incluso en los avances científicos— está la gloria de Dios. O sea, Dios está en todo lo que el hombre puede descubrir, en lo que la ciencia logra determinar.
Por ejemplo, el trabajo del código del ADN, el mapa del genoma humano, que tomó tanto tiempo y que fue dirigido por Francis COLLINS, un creyente, es una maravilla. Entender la complejidad del ADN da mucho gozo. El conocimiento es fuente de alegría.
Este conjunto de nucleótidos —adenina, timina, citosina y guanina— conforma la palabra, el logos más grande de la historia: el ADN, esa cadena que fabrica y copia.
Cómo el logos, la palabra, está presente incluso en la genética. Y aquí ya podemos empezar a conectar el aspecto religioso con el científico.
En estos tiempos, donde el progresismo —esta ideología disolvente o este conjunto de ideologías disolventes del ser humano— plantea posiciones utilitaristas, es decir, que no toma decisiones morales sobre el bien o el mal, sino sobre lo útil y lo inútil, estas posturas relativistas, que niegan verdades absolutas u objetivas, y el materialismo, que niega que el ser humano tenga una dimensión trascendental o espiritual, han tenido un impacto enorme y muy negativo en nuestra sociedad.
El progresismo lo hemos notado desde hace unos años, especialmente con lo que ellos querían implementar como ideología de género: una mentira bien etiquetada y bien empaquetada.
Por ejemplo, lo que dijo Gramsci, un marxista y comunista, quien planteó que ellos debían copar todas las instituciones. Es decir, la revolución debería implementarse mediante un copamiento sistemático de estas instituciones y un lenguaje totalitario.
Pero eso, lejos de avasallarnos, ha despertado nuestra curiosidad. Y ahora vemos a una juventud……que va a las fuentes. O sea, una juventud que está investigando, que está estudiando, que se preocupa por estos temas. Antes realmente no había mucha noción de los temas filosóficos. Es más, parecía algo relegado a la historia. Sin embargo, ahora entendemos que sí necesitamos conocer esos temas.
Es interesante esta observación porque, irónicamente, quienes asumen posiciones «pro-ciencia» recurren a argumentos y justificaciones completamente anticientíficos y totalitarios. Es absurdo. Esta fantasía de concebir al ser humano como un ser que no tiene una verdad objetiva en su naturaleza es el disparate más grande. Hasta un niño de cinco años puede diferenciar entre un hombre y una mujer.
Sin embargo, ahora gradúan de Harvard, Yale, Stanford y Oxford a personas con doctorados en «estudios de género», «estudios queer» y «estudios de raza», y salen completamente invalidadas mentalmente. Estas personas, mediante sofismas, intentan interpretar una realidad que es autoevidente: que el hombre tiene una naturaleza, que la mujer tiene una naturaleza, y que somos distintos pero complementarios. Ahora se trata de borrar todo eso.
Luego, cuando los hermanos entendieron el fenómeno y todo aquello contra lo que estábamos luchando —porque ahí estaban involucrados directores de medios, políticos, opinólogos, intelectuales de todo tipo—, la avalancha era muy grande. Gracias a Dios, el pueblo salió a combatir todo esto y logramos frenarlo.
Este tránsito, este tema del que estamos tratando: al inicio la gente no sabía, no sabíamos. En general, intuíamos que algo estaba mal.
Y esto tiene más de 35 o 40 años. Claro, esto tiene raíces en el postmodernismo francés. Uno puede remontarse al existencialismo de Sartre. Es decir, aquí tenemos incluso décadas de gestación y fermentación de este mal.
Este desconocimiento que todos teníamos al principio, nos pilló desprevenidos. Y aquí entra la importancia del conocimiento. Cómo esa intuición de que algo está mal —de que este conjunto de políticas está mal— necesita algo más. La intuición no es certeza. La intuición demanda conocimiento, demanda investigación.
Por eso, la gente debe entender la importancia de iniciativas culturales. Se trata de transitar, a través de la adquisición del conocimiento, hacia la certeza. Entonces, ya es imposible que puedan contraargumentarnos cuando sabemos cómo responder. El saber nos permite ver y entender las reales intenciones detrás de estas agendas.
«Ya es imposible que puedan contraargumentarnos cuando sabemos cómo responder«
La juventud, tiene hambre y sed de conocer. El conocimiento no es un hobby, no es un lujo, no es un elemento opcional. Es imprescindible.
Jesucristo lo dijo: “Y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres”.
Para nosotros, el conocimiento es parte de la verdad. Lo que estamos conociendo, valga la redundancia, al tener acceso a toda esa información, es la verdad.
“Si conozco algo de primera fuente, ya no me van a engañar”
Investigamos quiénes fueron los que lo plantearon, cuáles son las concepciones originales, … El conocimiento es participar de la verdad.
La Biblia, además, ofrece respuestas a los dilemas y las inquietudes de las personas. Da certezas, guía moral y aporta un compás para el tránsito de la vida.Pero hay que considerar que el lenguaje celestial y el lenguaje terrenal no son los mismos. No están diseñados para lo mismo.
Muchas veces nos dicen: “Demuestra científicamente esto”. Y yo respondo: “La Biblia no es un libro que trate de demostrar nada científicamente. Dios afirma, pero para eso está la ciencia”. Entonces, ambos se complementan.
Una cosa no elimina la otra. Sería necio decir que, con solo la Biblia, no necesito nada más. Por supuesto que lo necesitamos. Porque, cuando uno tiene los conceptos bíblicos y luego, a través de la ciencia, descubre cosas que confirman la palabra, eso fortalece la fe. Muchos de los descubrimientos científicos confirman lo que dice la Biblia. Nunca se ha constatado una contradicción entre un descubrimiento científico y la palabra de Dios.
De hecho, tenemos la famosa “tesis del conflicto”. Es una tesis reciente, de fines del siglo XIX, elaborada por dos pensadores —uno británico y otro estadounidense— que fabricaron la idea de que la ciencia y la religión están en constante conflicto. De ahí el nombre: “la tesis del conflicto”. Pero esto no es cierto.
Ciencia y fe han convivido durante siglos. Los grandes científicos de la revolución científica fueron cristianos. ¿Cómo podríamos explicar a científicos como Louis Pasteur, Johannes Kepler, Galileo, Newton, entre otros? Y la lista es inmensa. Incluso, la mayoría de los premios Nobel —alrededor del 70 u 80 %— fueron otorgados a cristianos, ya sean católicos o evangélicos. Además, el fenómeno del ateísmo dentro de la comunidad científica es relativamente reciente, de los últimos 40 o 50 años.
Pero ahora se está revirtiendo. Por ejemplo, el estudio del ADN y su complejidad ha llevado a muchos científicos a reconocer que debe existir un creador. Aunque no lo llamen Dios, dicen: “Tiene que haber una mente detrás de todo esto”.
Aunque no quieran admitir que es Dios, reconocen que debe haber un diseño inteligente. Porque, como usted bien dice, la nada no puede crear nada. Eso es pura lógica, ni siquiera hay que apelar a la fe para entenderlo.
El progresismo, sin embargo, ha tratado de impulsar la idea de que ciencia y religión son un juego de suma cero. Según esta visión, mientras más cosas descubre la ciencia, más arrinconado queda Dios. Esto es absurdo.
Varios de los científicos que hemos mencionado consideraban a Dios como guía. Ellos decían que era un deber humano entender la creación. Santo Tomás de Aquino ya hablaba de esto en el siglo XIII, cuando trató de conciliar fe y razón. Ciencia y religión han convivido durante siglos. No se mezclan, pero se complementan.
Hoy en día, los cristianos son ingenieros, médicos, y profesionales de diversas áreas; están familiarizados con la investigación en sus respectivos campos. Sin embargo, es fundamental que también tengan conocimiento sobre temas filosóficos. Por ejemplo, la concepción de la economía, y las concepciones filosóficas son vitales. Antes de un gobierno o de una postura política, siempre hay una idea detrás.
Un caso fascinante es el de Alejandro Magno, quien tuvo como maestro a Aristóteles desde niño. La mente aristotélica se trasplantó a Alejandro, y este la implementó en su gobierno, lo que cambió el mundo. Aristóteles fue invitado por el rey Filipo de Macedonia, padre de Alejandro Magno, para entrenarlo y capacitarlo en ética y lógica durante siete años. Alejandro Magno, luego, conquistaría Persia, Grecia y Atenas. Incluso, Aristóteles tuvo que abandonar Atenas debido a un fuerte sentimiento antimacedonio tras la muerte de Alejandro.
¿De qué manera el conocimiento nos vuelve virtuosos?
Es una reflexión que muchos filósofos precristianos, como Platón y Aristóteles, ya planteaban. Aunque tuvieran posturas distintas sobre el conocimiento, ambos coincidían en que el tránsito hacia la verdad debe ser virtuoso.
La virtud es una cualidad, y los cristianos debemos aspirar a ella. Hay músicos virtuosos, personas diestras en diversos campos, y el cristiano también debe buscar la virtud, la excelencia, la elevación del espíritu.
El conocimiento, por ejemplo, en temas como la economía o la ciencia, es esencial. Sans Segarra plantea temas interesantes desde una perspectiva cristiana. Habla sobre los encuentros cercanos con la muerte y expone debates en la comunidad científica entre fisicalistas y dualistas.
Los fisicalistas argumentan que todo está en el cerebro, que no existe el alma; mientras que los dualistas afirman que sí hay alma. Sharon Dirckx, una neuróloga inglesa, a través de investigaciones, demostró que hay una diferencia entre el cerebro, que es biológico, y la mente, que trasciende lo físico.
Por ejemplo, aunque nuestros sentidos pueden percibir el sabor de un café, la mente evalúa cuál es mejor. Es decir, hay algo más allá de lo físico que nos permite distinguir. Esto confirma que debemos desarrollar nuestra mente. La virtud, en ese sentido, es trascender, no quedarte donde estás.
Y esa capacidad de trascender se relaciona con lo que mencionábamos antes: la física cuántica, que nos lleva a las partes más ínfimas y mínimas de la realidad.
Tener conocimiento no significa que todos debamos aprender lo mismo. Hay cosas que nos interesarán más que otras. Por ejemplo, yo estaría negado para la física cuántica, así que giro mis talentos hacia la filosofía y la política. Otra persona encontrará valor en áreas como la ingeniería o la medicina. Pero lo importante, a pesar de que cada uno tenga talentos específicos para ciertos campos, es que no dejemos de «ver el bosque». El problema es que, como quizás lo habrá notado usted también, la ciencia ha tendido hacia una especialización extrema. Nos hemos vuelto microexpertos.
Está bien ser experto en un tema, pero deberíamos hacer un esfuerzo por tener al menos nociones básicas de otros campos. Por ejemplo, si a alguien le gusta la filosofía, que aprenda un poco, aunque no se convierta en experto. Eso le permitirá tener una visión más amplia y entender el panorama general.
El fisicalismo es básicamente la afirmación del materialismo: la idea de que los seres humanos somos solo materia, que nuestras emociones, sentimientos y fe pueden ser reducidos a procesos materiales. Eso, además de ser un absurdo completo, es completamente anticientífico.
Sharon Dirckx, por ejemplo, a través de sus investigaciones, documentó casos de personas clínicamente muertas —con muerte cerebral y física— que luego despertaron.Una joven estuvo cinco meses en ese estado, y al despertar, recordaba todo: las conversaciones entre los médicos, las decisiones que se tomaron mientras estaba inconsciente. Ella les relató exactamente lo que se había hablado, y los médicos quedaron asombrados. Esto fue documentado, y demuestra que no somos solo materia. Esto es algo científico, porque apela a la observación y al registro del comportamiento humano.
La ciencia, además, tiene límites. Se ha instalado esta idea progresista de que la ciencia puede resolver todas las verdades, y que por tanto, Dios ya no es necesario. Según ellos, recurrir a Dios es retrógrado, medieval, y una creencia en fantasías.
Es una narrativa muy dañina, sobre todo para los jóvenes. Pero aquí está el problema: la ciencia no puede responder a todas las preguntas.
«¿De dónde vengo?», «¿Cuál es mi propósito en este mundo?», «¿A dónde voy?» o «¿Cómo puedo ser un mejor padre, hermano o ciudadano?» no pueden ser respondidas por el método científico.
La ciencia no plantea todas las preguntas, y menos aún puede ofrecer respuestas a cuestiones metafísicas, éticas o existenciales. Además, incluso dentro de la astronomía, los mismos científicos reconocen que hay cosas como la materia oscura. Saben que existe, pero no saben qué es. Si no pueden medirla, calcularla o analizarla matemáticamente, no tienen una respuesta. Con la física cuántica ocurre algo similar. Por ejemplo, el famoso experimento de disparar un electrón hacia una placa con múltiples orificios. El electrón pasa por todos los orificios al mismo tiempo. Eso es incomprensible desde una perspectiva lógica o clásica.
Esto nos lleva a algo fundamental: la ciencia tampoco aporta un compás moral. No nos dice si algo es bueno o malo; eso pertenece al ámbito de la ética, no de la ciencia. Uno puede fundamentar éticamente la ciencia, pero no se puede fundamentar científicamente la ética.
En cuanto a la moralidad, para nosotros, como cristianos, esta tiene una base: la fe y la creencia en Dios.
Si aterrizamos en la Biblia, lo que Dios dice es nuestra base, nuestro cimiento. Es nuestro punto de referencia para definir lo bueno y lo malo. Sin esta base, todo sería relativo.
La Biblia lo advierte: “¡Ay de aquellos que a lo bueno llaman malo, y a lo malo llaman bueno!”
Eso es clave. Como cristianos, tenemos un norte, una base sólida. No podemos definir a una persona ni sus actos según nuestro criterio personal, sino según lo que enseña la Biblia.
Por eso el conocimiento de la palabra es fundamental. Y esto también conecta con el libro de Max Weber,La ética protestante y el espíritu del capitalismo. Weber menciona cómo los movimientos puritanos y pietistas establecieron códigos éticos muy rigurosos en sus comunidades. Ellos entendían que la moralidad y la responsabilidad personal eran esenciales, incluso en cuestiones económicas. Por ejemplo, decía: “¿Cómo podría alguien confiar dinero a una persona que vive de manera licenciosa?”. Estas comunidades tenían círculos cerrados, donde la confianza se basaba en la ética y en los valores compartidos.
La ética, para nosotros, es fundamental. Un mundo sin ética ni moral no es nada. Eso es precisamente lo que los progresistas tratan de derrumbar: las bases éticas y morales que sostienen a la sociedad. Por ejemplo, cuando dicen que ya no hay hombre ni mujer, ni siquiera niños, están eliminando las categorías esenciales del ser humano. Si no hay hombre, mujer ni niño, entonces no hay ética. Se deshumaniza todo, y el ser humano es reducido a un objeto. Ese es el peligro del progresismo, altamente nocivo.
La Biblia nos aporta guías, verdades y un compás moral. Es también un complemento a la ciencia, porque la ciencia no nos dice cómo actuar moralmente ni responde preguntas éticas. Estas respuestas provienen de la ética, la metafísica y, en nuestro caso, de la fe.
También debemos considerar la tecnología como un elemento importante en esta discusión. Participamos activamente de la tecnología; lo que estamos haciendo ahora mismo es posible gracias a ella. Sin embargo, esta noción de un hombre que solo cree en la ciencia, rechaza lo trascendental o espiritual, y se ve a sí mismo como algo mejorable tecnológicamente, ha llevado a algunos a pensar que pueden jubilar a Dios.
Esta idea de transición del homo sapiens al homo deus, donde se promete un paraíso terrenal a través de la edición genética, la inteligencia artificial, la nanotecnología y la robótica, es un engaño. La historia ha demostrado que estas promesas son falsas. Siempre ha sido así. El hombre ha querido jugar a ser Dios desde el principio. Lo vemos en la Biblia y en la historia. Los emperadores romanos, por ejemplo, se hacían llamar «divinos». El hombre, en la medida en que alcanza logros o avances, tiende a decir: «Ya no necesito a Dios».
Sin embargo, el ser humano tiene un componente emocional que, en estos últimos tiempos, está muy afectado. Cada vez hay más personas con problemas psicológicos, psiquiátricos, depresión y ansiedad. Tarde o temprano, esto traerá un desmoronamiento social que nos afectará a todos.
Si hablamos de ética, el concepto de amor es clave. Jesús lo definió claramente: «Ama a tu prójimo como a ti mismo». Este modelo de amor parte del cuidado personal; tú te amas cuando cuidas tu salud, tu bienestar y tu vida. Del mismo modo, debes cuidar y amar a los demás. Este es un punto fundamental porque la ética cristiana siempre se orienta hacia el prójimo. En contraste, lo que predomina en estos tiempos es una perspectiva utilitarista, que rechaza o minimiza la idea cristiana de servir al prójimo.
La vocación cristiana implica un desprendimiento del «yo» para mirar al «tú» y al «ellos». Cuando tomamos decisiones morales, algo será bueno o malo en la medida en que no solo me beneficie a mí, sino que también beneficie al prójimo. Jesús lo explica de manera lógica y sencilla: tú te amas a ti mismo, te cuidas y buscas tu bienestar. Eso no es egoísmo, es algo natural. De la misma forma, debes cuidar y amar a los demás. ¿Cómo vas a hacer feliz a otro si tú no eres feliz?
La autoestima es fundamental. Pero también debemos recordar que la ética cristiana no se basa en la complacencia personal, sino en la capacidad de trascender para servir y amar al prójimo.¿Cómo vas a ser feliz a otro si tú no eres feliz? Exactamente, la autoestima es un tema importantísimo. Pero, ¿qué ha pasado con esta visión cientificista, activista y utilitarista que hemos discutido? Se ha vendido la idea de que lo útil es lo bueno. Si algo es útil, entonces es bueno; si algo es placentero, también es bueno. Este utilitarismo hedonista está promoviendo una visión distorsionada de la moralidad.
Por ejemplo, ahora a las chicas se les dice: “Abre tu cuenta de OnlyFans, ganarás mucho dinero, aunque sea al costo de tu dignidad y la de tu familia”. A los jóvenes se les dice: “Drogáte, porque es fantástico; es tu cuerpo, tu decisión”. También se les incentiva a tener sexo sin responsabilidad, bajo la premisa de que “no le están haciendo daño a nadie”.
Esto promueve una cultura utilitarista orientada al hedonismo, donde lo importante es el placer y el beneficio personal inmediato, sin considerar las consecuencias para otros. El problema con esta visión es que deja de lado la consideración hacia la segunda o tercera persona, y se centra únicamente en la primera. Lo que es bueno deja de estar definido por su capacidad de servir al prójimo y pasa a estar determinado por cuánto placer o utilidad genera para mí.
Esto ha generado una sociedad, especialmente entre los jóvenes, que es más egoísta, socialmente disfuncional y carente de consideración por los demás. Por ejemplo, hacia los ancianos, quienes ahora son vistos como “inútiles” o como una carga. Esto recuerda a las ideas de Hitler, quien promovía la eliminación de los ancianos, los homosexuales, los enfermos y todos aquellos que consideraba “improductivos”. Es un pensamiento peligrosamente deshumanizador.
Y aquí es donde entra el poder del conocimiento, que nos permite analizar y llegar a estos razonamientos. La gente puede decir: “Ah, ahora lo entiendo”. Por eso es tan importante manejar lenguajes filosóficos, políticos, económicos y científicos. Mientras más completo sea nuestro arsenal de conocimientos, y mientras podamos complementarlo con nuestra fe, tendremos una herramienta indestructible, poderosa y menos vulnerable a la manipulación. Porque el problema con estas políticas utilitaristas es que manipulan. Los progresistas, por ejemplo, manipulan a los homosexuales, no porque realmente les importen, sino porque los usan para sus propios intereses políticos. Esto es perverso. El utilitarismo, tal como se está promoviendo hoy, es profundamente dañino.
Se está levantando una nueva generación interesada en el conocimiento. Esto es muy positivo. Trascender significa ser de ayuda para nuestro país, no solo en el aspecto espiritual, sino también en lo social, político y cultural.
Todo pasa por conocer y difundir. Jesús lo dijo: “Vayan y prediquen el evangelio”. En la medida en que uno se enriquece con conocimientos, puede ayudar a otros. Si no sabes, también puedes ser manipulado. ¿Cómo puedes advertir a alguien que está yendo al abismo si tú no sabes hacia dónde se dirige?
¿Por qué los dueños de grandes corporaciones, artistas renombrados y personas con tanto dinero apoyan estas políticas progresistas? La respuesta está en la utopía. Les han vendido la idea de una sociedad ideal, un paraíso terrenal, pero es una mentira. Ya se ha intentado antes, y nunca ha funcionado. Los paraísos comunistas de la Unión Soviética y China fracasaron, al igual que el paraíso de la razón promovido durante la Revolución Francesa. Esa obsesión con la razón, descartando la fe y las creencias, llevó a una masacre. ¿Cuántos murieron decapitados en la revolución? Fue una locura. Incluso se cuenta que en la Plaza de la Bastilla, donde se realizaban estas ejecuciones, la cantidad de sangre derramada hacía que el olor fuese insoportable. Las propiedades de la zona perdieron tanto valor que muchos negocios quebraron. Es increíble el daño que se hizo.
No todos los líderes —sean religiosos, políticos o empresariales— comprenden la importancia del conocimiento. Parte de por qué nos ha ido tan mal como país es porque hemos prescindido no solo de la fe, sino también del saber.
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Santa Juana de Lestonnac: Pionera en la Educación Femenina y la Fe Viva
Santa Juana de Lestonnac (1556-1640) fue una figura trascendental en la historia de la Iglesia Católica y una pionera en la educación femenina. Fundadora de la Compañía de María Nuestra Señora, dedicó su vida a formar a las jóvenes en la fe, la virtud y el conocimiento. Su legado sigue vivo en las numerosas escuelas que llevan su misión de evangelizar y educar con excelencia.
Contexto Histórico: Una Fe Probada
Juana nació en Burdeos, Francia, en una familia de la aristocracia. Su vida estuvo marcada por tensiones religiosas, ya que su madre era calvinista y su padre católico. Esta dualidad le ofreció una perspectiva única sobre la fe y la importancia del diálogo. Desde temprana edad, Juana mostró inclinaciones hacia la espiritualidad católica, influenciada por su tío, el filósofo Michel de Montaigne.Tras casarse a los 17 años con Gastón de Montferrant, tuvo siete hijos. Sin embargo, quedó viuda a los 39 años, momento en que su vida tomó un giro decisivo hacia Dios. Después de enfrentar el dolor de la pérdida y las dificultades familiares, decidió consagrarse plenamente al servicio de Cristo.
Vocación y Fundación de la Compañía de María
En su búsqueda de una vida consagrada, Juana inicialmente intentó ingresar al monasterio cisterciense de Feuillant, pero su salud le impidió permanecer allí. Este aparente obstáculo se convirtió en una señal para discernir un camino diferente. Inspirada por las enseñanzas de los jesuitas y motivada por el deseo de educar a las jóvenes, especialmente a las más desfavorecidas, fundó en 1607 la Compañía de María Nuestra Señora, una congregación religiosa con un carisma innovador: combinar la formación espiritual con la educación integral.La misión de la Compañía de María era clara: formar mujeres fuertes en la fe, capacitadas para participar en la vida social y cultural de su tiempo. A diferencia de otras congregaciones femeninas de su época, que solían ser claustrales, las religiosas de la Compañía trabajaban activamente en el mundo, un modelo inspirado en la labor apostólica de los jesuitas.
El Legado de Juana de Lestonnac
El impacto de Santa Juana de Lestonnac se extendió rápidamente. Las escuelas que fundó promovieron una educación que integraba valores cristianos, conocimiento académico y habilidades prácticas. Estas instituciones se convirtieron en centros de esperanza y transformación para generaciones de mujeres, especialmente en una época en la que su acceso a la educación era limitado. La Compañía de María se expandió por Francia, España y América Latina, llevando el mensaje de amor y dedicación de Juana a nuevas tierras. Incluso hoy, las escuelas de la orden siguen siendo faros de excelencia educativa y espiritualidad.
Institución educativa en Almería.
Canonización y Relevancia Contemporánea
Santa Juana fue canonizada en 1949 por el Papa Pío XII, quien reconoció su vida de santidad y su contribución a la educación católica. Su festividad se celebra el 15 de mayo, día que invita a reflexionar sobre el papel de la mujer en la transmisión de la fe y la promoción de la justicia social.En un mundo que aún lucha por la igualdad y el acceso universal a la educación, el ejemplo de Santa Juana de Lestonnac sigue siendo profundamente relevante. Su vida nos recuerda que, con fe y perseverancia, es posible transformar realidades y sembrar el bien en el corazón de las nuevas generaciones.
Santa Juana de Lestonnac fue más que una visionaria; fue una mujer que respondió con valentía al llamado de Dios en un contexto de desafíos religiosos y sociales. Su vida y obra son un testimonio de que la educación, cuando está impregnada de fe, puede cambiar vidas y construir un mundo más justo y humano. Su legado continúa siendo una inspiración para quienes creen en el poder transformador de la enseñanza y la evangelización.
¿Qué opinas sobre el papel de la educación en la misión cristiana? Déjanos tus comentarios y reflexiones sobre la vida de Santa Juana de Lestonnac.
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