Estudio e Informe Teológico: No Mentirás ni Levantarás Falso Testimonio
Introducción
El mandamiento «No darás falso testimonio contra tu prójimo», también conocido como el Octavo Mandamiento, aparece en Éxodo 20:16 y Deuteronomio 5:20 como parte de los Diez Mandamientos entregados por Dios a Moisés en el Monte Sinaí. Este mandamiento tiene un lugar crucial en la ética bíblica, pues se enfoca en la importancia de la verdad y la justicia en las relaciones humanas y sociales. En el Nuevo Testamento, este principio se expande a través de las enseñanzas de Jesucristo y los apóstoles, enfatizando la virtud de la verdad como reflejo del carácter de Dios.
Este informe teológico analiza el mandamiento desde su contexto bíblico, su interpretación teológica y su aplicación en la vida cristiana.
1. Contexto Bíblico
1.1. Antiguo Testamento
En el contexto de Éxodo y Deuteronomio, «no darás falso testimonio contra tu prójimo» tiene una aplicación judicial directa. Las sociedades del Antiguo Israel dependían de la integridad de los testigos en los tribunales para garantizar la justicia:
Deuteronomio 19:15-20: Se establece la necesidad de dos o tres testigos para confirmar un hecho y las consecuencias severas para los falsos testigos.
Proverbios 19:5: "El testigo falso no quedará sin castigo, y el que habla mentiras no escapará."
El mandamiento también tiene una aplicación más amplia, prohibiendo cualquier forma de mentira o engaño que dañe al prójimo, violando la confianza y la cohesión social.
1.2. Nuevo Testamento
En el Nuevo Testamento, la verdad se vuelve un tema central en las enseñanzas de Jesús:
Mateo 5:37: Jesús dice: "Pero sea vuestro hablar: Sí, sí; no, no; porque lo que es más de esto, de mal procede."
Juan 8:44: Jesús describe a Satanás como "el padre de la mentira", estableciendo un contraste entre el engaño y el carácter de Dios como la verdad misma.
El falso testimonio también se presenta como una herramienta de injusticia contra Jesús mismo:
Mateo 26:59-61: Durante el juicio de Jesús, se buscan falsos testigos para justificar su condena.
2. Interpretación Teológica
2.1. La Verdad como Reflejo del Carácter de Dios
La Biblia presenta a Dios como la fuente de toda verdad:
Juan 14:6: Jesús dice: "Yo soy el camino, la verdad y la vida."
El mandamiento de no mentir se fundamenta en la naturaleza misma de Dios, quien es fiel y verdadero. Mentir contradice el carácter de Dios y corrompe las relaciones humanas al destruir la confianza.
2.2. El Testimonio y la Justicia
Levantar falso testimonio afecta directamente la justicia, un principio central en la ética bíblica. La justicia divina demanda la verdad como base para el juicio justo y equitativo:
Miqueas 6:8: "Hombre, él te ha declarado lo que es bueno… practicar la justicia, amar la misericordia, y humillarte ante tu Dios."
2.3. Mentira y Relación con el Pecado
La mentira no es solo un acto aislado, sino un símbolo de la alienación humana de Dios. El apóstol Pablo enseña que la mentira debe ser abandonada como parte de la vida transformada en Cristo:
Efesios 4:25: "Por lo cual, desechando la mentira, hablad verdad cada uno con su prójimo."
3. Aplicación en la Vida Cristiana
3.1. Integridad Personal
El cristiano está llamado a reflejar la verdad de Dios en su vida diaria. Esto incluye:
Evitar mentiras en el discurso cotidiano.
Cumplir promesas y compromisos.
3.2. Relaciones Interpersonales
Hablar con honestidad fortalece las relaciones y fomenta la confianza mutua. La mentira destruye los vínculos y genera discordia:
Proverbios 12:22: "Los labios mentirosos son abominación a Jehová; pero los que hacen verdad son su contentamiento."
3.3. Justicia Social
El mandamiento tiene una dimensión social, llamando a los cristianos a:
Denunciar las injusticias basadas en falsedades.
Ser veraces en contextos legales y profesionales.
3.4. Testimonio Cristiano
La verdad es esencial para el testimonio cristiano. Los seguidores de Cristo deben vivir de manera que reflejen la verdad del Evangelio al mundo:
Mateo 5:16: "Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos."
Conclusión
El mandamiento «No mentirás ni levantarás falso testimonio» tiene una relevancia perenne en la vida cristiana. No solo protege la justicia y la confianza en las relaciones humanas, sino que también llama a los creyentes a reflejar el carácter de Dios en su vida cotidiana. En un mundo marcado por el engaño y la desinformación, este mandamiento es un recordatorio de la importancia de la verdad como fundamento de la justicia, la fe y el amor.
¿Acaso alguna fuente echa por una misma abertura agua dulce y amarga? Este pasaje se encuentra en el capítulo 3:11 de la carta de Santiago, donde el autor aborda el tema del control de la lengua y su impacto en la vida cristiana. Santiago utiliza imágenes concretas, como la fuente de agua, para ilustrar la contradicción que puede existir en los comportamientos humanos. De esta manera, ¿son compatibles los postulados del cristianismo con las denuncias falsas de la ideología feminista?
Así como una fuente no puede producir simultáneamente agua dulce y amarga, Santiago señala que un creyente debe ser coherente en su vida. La lengua no debe usarse para bendecir a Dios y, al mismo tiempo, maldecir a otros. Este versículo llama a reflexionar sobre la pureza de nuestras palabras. Santiago critica la duplicidad, enfatizando que la verdadera fe se refleja en un habla consistente y edificante. Jesús enseña en Lucas 6:45 que «de la abundancia del corazón habla la boca.» Santiago conecta esta enseñanza al mostrar que nuestras palabras revelan la condición de nuestro corazón.
¿Te has planteado las siguientes interrogantes antes de interponer una denuncia por malos tratos a tu pareja con conocimiento de su falsedad o espuriedad?
Examina si tus palabras reflejan amor, verdad y bondad, y si contradicen nuestra fe cristiana.
Busca la transformación del corazón, para que tus palabras sean coherentes con nuestra fe en Cristo.
Reconoce la responsabilidad que tenemos en cómo usamos la lengua para influir en otros.
Recuerda que el versículo nos recuerda la importancia de ser sinceros y consistentes en nuestro testimonio cristiano, empezando por lo que decimos.
Si has estado acusado por un delito que no has cometido, y no solo eso, te han difamado y maldecido ante los demás mostrando un perfil personal que no se corresponde con tu ser, puede servirte de motivación, el caso del blogger de Aguaculce70.com.
Fui denunciado por un delito de malos tratos psicológicos habituales el 6 de julio de 2017, y absuelto tras cinco años y dos meses de proceso judicial abierto. Hemos sometido el contenido de esta sentencia de absolución a la pericia de la inteligencia artificial, y acá abajo te dejo el resultado centrado en la falsedad y espuriedad
El móvil espurio en el contexto de esta sentencia se refiere a la posibilidad de que las acciones de Señora X (como la denuncia por maltrato psicológico habitual) estuvieran motivadas por razones ajenas al objetivo legítimo de buscar justicia. Este concepto es crucial porque, si se demuestra que existe un interés ulterior, puede debilitar la credibilidad de su testimonio y, por ende, la solidez de las acusaciones.
Elementos que Apuntan a un Móvil Espurio en el Caso:
Conflicto por la Custodia de las Hijas:
El tribunal destaca que la denuncia fue presentada más de un año después de la ruptura de la relación, justo después de que el acusado iniciara un procedimiento judicial para regular la custodia de las hijas.
La denunciante negó haber tenido conocimiento de esta demanda, pero el tribunal considera esto poco creíble, dado que la información podría haber llegado a través de su círculo cercano (amiga funcionaria del juzgado) o de manera directa.
Inquietud por la Nueva Pareja del Acusado:
Se menciona que el conflicto entre ambas partes se intensificó a partir de que la Señora X se enteró, supuestamente por sus propias hijas, de que el acusado convivía con una nueva pareja y los hijos de esta última.
Según el documento, la denunciante manifestó inquietud por las condiciones en las que sus hijas estaban con el acusado y su nueva pareja, y expresó abiertamente su desaprobación hacia esta relación, lo que podría interpretarse como una fuente de resentimiento.
Tiempo Transcurrido Antes de Denunciar:
Señora X decidió interponer la denuncia por maltrato psicológico habitual una década después de convivir con el acusado y más de un año después de la separación. Esto plantea dudas, especialmente porque, según el tribunal, la convivencia posterior a la ruptura había sido aparentemente normal durante algunos meses.
Declaraciones y Actitudes Contradictorias:
En el juicio, Señora X reconoció haber enviado mensajes críticos hacia la nueva pareja del acusado, aunque afirmó no saber inicialmente que esa persona era su pareja. Este tipo de comentarios pueden interpretarse como evidencia de resentimiento o celos.
El tribunal también señala la falta de pruebas contundentes que respalden su denuncia, como testimonios de personas cercanas, informes escolares o documentación que pudiera haber obtenido para fortalecer su caso.
Hipotético Uso de la Denuncia como Herramienta en el Conflicto:
El tribunal menciona que, tras el inicio de la demanda del acusado para obtener la custodia compartida, la denuncia pudo haberse presentado como una estrategia para desacreditarlo o afectar sus posibilidades en el proceso de custodia.
Este móvil espurio estaría ligado al control de las hijas y a un posible deseo de limitar la relación del acusado con ellas.
Indicadores de Relaciones Conflictivas Previas:
El tribunal apunta a que las tensiones por la custodia se agravaron en paralelo al conocimiento de que el acusado había reconstruido su vida sentimental. Esto podría haber generado un sentimiento de vulnerabilidad o una percepción de amenaza en Señora X, motivándola a tomar medidas drásticas.
Conclusión del Tribunal sobre el Móvil Espurio:
El tribunal concluye que las circunstancias y el contexto del conflicto sugieren la posibilidad de que la denuncia no estuviera exclusivamente motivada por los supuestos maltratos, sino también por una combinación de factores emocionales (celos, resentimiento) y prácticos (intereses en el proceso de custodia). Esto se refuerza por:
Las vaguedades y contradicciones en el testimonio de Señora X.
La ausencia de evidencias objetivas que corroboren el relato.
La coincidencia temporal entre la denuncia y los conflictos legales por la custodia.
Esta evaluación lleva al tribunal a considerar que el relato de la denunciante no tiene la solidez necesaria para desvirtuar la presunción de inocencia del acusado.
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El Nuevo Testamento no aborda explícitamente sistemas políticos modernos como el socialismo, ya que su contexto histórico pertenece a la Palestina del siglo I, dominada por el Imperio Romano. Sin embargo, algunos pasajes y principios se han interpretado como críticas indirectas a ciertos aspectos negativos de ideologías colectivistas o de sistemas que puedan desvirtuar valores centrales del cristianismo. Es importante aclarar que estas interpretaciones varían y dependen del contexto cultural y teológico en el que se analicen.
Posibles críticas indirectas desde una perspectiva cristiana
La pérdida del valor individual El Nuevo Testamento enfatiza la dignidad y singularidad de cada persona como creada a imagen de Dios y redimida por Cristo. En sistemas donde el individuo puede quedar subordinado al colectivo, podría interpretarse una tensión con los valores cristianos.
Mateo 6:26: "Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que ellas?"
Jesús resalta el cuidado de Dios por cada individuo, sugiriendo que la dignidad humana no debe sacrificarse por un sistema colectivo que despersonalice al ser humano.
La imposición frente a la libertad El Nuevo Testamento presenta la caridad y la justicia social como expresiones libres del amor cristiano, no como obligaciones impuestas.
2 Corintios 9:7: "Cada uno dé como propuso en su corazón: no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre."
Este pasaje sugiere que la verdadera generosidad nace de un corazón voluntario, no de una imposición externa.
La acumulación de poder en el colectivo En sistemas que concentran poder en el Estado o en un colectivo, existe el riesgo de que la autoridad se corrompa o se convierta en un fin en sí misma. El Nuevo Testamento advierte sobre el peligro del poder sin responsabilidad moral.
Lucas 22:25-26: "Los reyes de las naciones se enseñorean de ellas, y los que sobre ellas tienen autoridad son llamados bienhechores. Pero no así vosotros; antes, el mayor entre vosotros sea como el más joven, y el que dirige, como el que sirve."
Jesús advierte contra el abuso del poder y recalca el liderazgo basado en el servicio, no en la dominación.
La alienación espiritual en sistemas materiales Los sistemas que se enfocan únicamente en resolver necesidades materiales pueden ignorar la dimensión espiritual del ser humano, algo central en el mensaje del Nuevo Testamento.
Mateo 4:4: "No solo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios."
Esta declaración pone en primer plano las necesidades espirituales frente a una visión puramente materialista.
Ejemplos históricos del Nuevo Testamento
La comunidad cristiana primitiva en Jerusalén En Hechos 2:44-45 y Hechos 4:32-37, se describe cómo los primeros cristianos compartían bienes materiales en una especie de colectivismo voluntario:
Hechos 2:44-45: "Todos los que habían creído estaban juntos, y tenían en común todas las cosas; y vendían sus propiedades y sus bienes, y los repartían a todos según la necesidad de cada uno."
Aunque este modelo comunitario parece similar a ciertas ideas socialistas, se diferencia porque:
Era completamente voluntario.
Estaba basado en la caridad cristiana, no en una imposición estructural.
Tenía como propósito el bienestar espiritual y la unidad de la comunidad en Cristo.
Principios generales del Nuevo Testamento frente a ideologías colectivistas
Primacía de Dios sobre cualquier sistema humano:
Jesús enfatiza que la lealtad suprema del creyente debe ser a Dios, no a las estructuras humanas.
Mateo 22:21: "Dad, pues, a César lo que es de César, y a Dios lo que es de Dios."
2. La prioridad del amor y la justicia divina: Los sistemas humanos pueden buscar la justicia, pero el Nuevo Testamento enseña que solo en Dios se encuentra la verdadera justicia que incluye tanto lo material como lo espiritual.
3. El riesgo de idolatrar el colectivo o el Estado:
Apocalipsis 13: La «bestia» puede interpretarse como una advertencia contra sistemas opresivos que se convierten en falsos dioses, exigiendo adoración y control total.
Conclusión
El Nuevo Testamento no aborda directamente el socialismo, pero sus enseñanzas pueden interpretarse como una advertencia contra los peligros de cualquier sistema que:
Despersonalice al individuo.
Implique imposiciones forzadas que anulen la libertad de actuar por amor.
Ignore las necesidades espirituales de las personas.
Acumule poder sin responsabilidad moral o servicio.
Sin embargo, los valores centrales del Nuevo Testamento, como la caridad, la justicia y el servicio, ofrecen una base para reflexionar críticamente sobre cualquier sistema político o social, incluyendo sus posibles desviaciones.
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En el Nuevo Testamento, varios relatos destacan a personas inocentes que son condenadas o sufren injusticias. Estos casos reflejan el conflicto entre el Reino de Dios y las estructuras corruptas de poder humano. A través de estos relatos, se evidencia cómo la maldad y la injusticia del mundo afectan incluso a los justos, y se subraya la necesidad de redención y justicia divina.
1. Jesucristo: El Inocente Supremo
Relato principal: La condena y crucifixión de Jesús son el ejemplo más destacado de un inocente condenado en el Nuevo Testamento.
Lucas 23:4: Pilato declara: «Ningún delito hallo en este hombre.»
A pesar de la falta de pruebas, Jesús es entregado a la muerte por presión de los líderes religiosos y de la multitud, quienes prefieren liberar a Barrabás, un criminal confeso.
Significado:
Jesús, siendo completamente justo y sin pecado (2 Corintios 5:21), es condenado para llevar el pecado del mundo y abrir el camino para la salvación. Su muerte revela la injusticia humana, pero también el amor redentor de Dios.
2. Juan el Bautista
Relato principal: Juan el Bautista es encarcelado y ejecutado por órdenes de Herodes Antipas debido a las intrigas de Herodías.
Marcos 6:17-28: Juan había denunciado públicamente el matrimonio ilícito de Herodes con Herodías, lo que llevó a su encarcelamiento. Finalmente, por un juramento impulsivo de Herodes y la petición de Salomé, Juan es decapitado.
Significado:
Juan es un profeta que denuncia la corrupción moral y paga con su vida. Su muerte injusta anticipa el destino de Jesús y muestra cómo la verdad puede ser peligrosa en un mundo gobernado por la maldad.
3. Esteban: El Primer Mártir Cristiano
Relato principal: Esteban, un diácono lleno de fe y Espíritu Santo, es apedreado tras ser acusado falsamente de blasfemia.
Hechos 7:54-60: Los líderes religiosos no pueden resistir la sabiduría de Esteban, por lo que lo acusan y lo condenan. Antes de morir, Esteban ora por sus asesinos, reflejando el espíritu de Cristo.
Significado:
La muerte de Esteban destaca la persecución de los primeros cristianos y cómo la injusticia humana no puede detener el avance del Reino de Dios.
4. Santiago, hijo de Zebedeo
Relato principal: Santiago, uno de los doce apóstoles, es ejecutado por Herodes Agripa I.
Hechos 12:1-2: Herodes ordena matar a Santiago para agradar a los judíos y consolidar su poder político.
Significado:
Santiago es el primer apóstol martirizado. Su muerte resalta cómo el poder político corrupto utiliza la violencia contra los seguidores de Cristo.
5. Pablo y otros apóstoles
Relatos principales: El apóstol Pablo, junto con otros apóstoles, enfrenta encarcelamientos, juicios injustos y persecuciones a lo largo de su ministerio.
Hechos 16:16-40: Pablo y Silas son encarcelados en Filipos después de liberar a una esclava poseída, afectando los intereses económicos de sus dueños.
Hechos 24-26: Pablo es acusado falsamente por los líderes religiosos judíos y llevado ante gobernadores romanos como Félix y Festo. A pesar de no hallar culpa en él, lo mantienen encarcelado.
Significado:
Los apóstoles, como Pablo, representan la resistencia a la injusticia y la fidelidad a Cristo, incluso frente a condenas y persecuciones.
Temas comunes en las condenas de inocentes
La corrupción del poder humano: Los gobernantes (Herodes, Pilato) y líderes religiosos manipulan la justicia para sus propios intereses.
La oposición al Reino de Dios: Los inocentes condenados suelen ser aquellos que desafían la injusticia o anuncian la verdad del Evangelio.
El testimonio de la fe: A través de su sufrimiento, los inocentes condenados glorifican a Dios y fortalecen la fe de la comunidad cristiana.
La victoria final de la justicia divina: Aunque enfrentan injusticia en este mundo, su esperanza está en la redención y el juicio final de Dios.
Reflexión teológica
El Nuevo Testamento muestra que las condenas injustas de los inocentes no son el final, sino parte de un propósito mayor en el plan de Dios. Estas historias llaman a los creyentes a:
Mantener la fe en medio de la injusticia.
Denunciar la corrupción y el pecado.
Vivir con la esperanza de que Dios restaurará la justicia en el tiempo perfecto.
Las vidas de estos inocentes condenados reflejan el mensaje de que el sufrimiento no es en vano y que Dios transforma incluso las mayores injusticias para cumplir su voluntad.
G. K. Chesterton (1874-1936), un brillante escritor y pensador inglés, dedicó gran parte de su obra a reflexionar sobre el cristianismo, y su relación con el Nuevo Testamento es central en sus escritos. Aunque no escribió un comentario bíblico formal, Chesterton profundizó en los valores, principios y mensajes del Nuevo Testamento, destacando su relevancia en la vida humana y su impacto transformador en la civilización.
(Revistasuroeste)
Principales ideas de Chesterton sobre el Nuevo Testamento
La paradoja del cristianismo Chesterton destacó las aparentes paradojas del Nuevo Testamento y cómo estas reflejan la complejidad y profundidad de la fe cristiana. Por ejemplo:
Mateo 5:3-10 (Bienaventuranzas): Las Bienaventuranzas presentan una visión revolucionaria donde los pobres, los mansos y los perseguidos son llamados benditos. Para Chesterton, este mensaje ilustra el carácter subversivo y radical del cristianismo.
La combinación de fuerza y humildad en Jesús:
Jesús, como se presenta en los Evangelios, es manso (Mateo 11:29) y, al mismo tiempo, desafía al poder religioso y político (Mateo 21:12-13).
La humanidad y divinidad de Cristo En su obra «El Hombre Eterno», Chesterton aborda la figura de Jesús como la encarnación única de la divinidad y la humanidad. Describe cómo el Nuevo Testamento presenta a Cristo no solo como un maestro moral, sino como el punto de encuentro entre lo humano y lo divino:
Juan 1:14:"Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros."
Para Chesterton, la encarnación es el centro del cristianismo y la revelación más asombrosa del Nuevo Testamento.
El carácter universal del Evangelio Chesterton enfatizó cómo el mensaje del Nuevo Testamento es inclusivo y universal. Jesús predica para todos, desde los marginados hasta los poderosos:
Juan 3:16:"Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito."
Para Chesterton, esta idea muestra la amplitud del amor de Dios y la igualdad fundamental de todos los seres humanos ante Él.
El papel de la cruz y la resurrección Chesterton veía la cruz como el momento más decisivo y único de la historia humana, donde el sufrimiento y el amor se encuentran de manera definitiva:
Mateo 27:46:"Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?"
Este grito de Jesús en la cruz revela, según Chesterton, la profundidad del sacrificio divino y su identificación con la humanidad.
La resurrección, como se narra en los Evangelios, representa para Chesterton la victoria última sobre la desesperación y el mal, la afirmación de que la vida tiene un propósito trascendental.
La paradoja del «Dios escondido» Chesterton encontraba en el Nuevo Testamento la paradoja de un Dios que elige manifestarse de manera humilde:
El nacimiento de Jesús en un pesebre (Lucas 2:7).
La entrada triunfal en Jerusalén sobre un asno (Mateo 21:5). Para Chesterton, estas imágenes subvierten las expectativas humanas y enseñan que la verdadera grandeza está en la humildad.
Críticas de Chesterton al escepticismo hacia el Nuevo Testamento
Chesterton defendió la historicidad y la coherencia del Nuevo Testamento frente a las críticas escépticas de su tiempo. En «Ortodoxia», argumenta que:
Las objeciones modernas al cristianismo a menudo subestiman la originalidad y profundidad de los Evangelios.
El Nuevo Testamento, lejos de ser un simple texto religioso, es un documento profundamente humano que aborda las cuestiones más fundamentales de la existencia.
La influencia del Nuevo Testamento en la visión cultural de Chesterton
El fundamento de la civilización occidental: Chesterton creía que los valores del Nuevo Testamento, como el amor al prójimo, la dignidad de cada persona y la redención, habían moldeado la cultura occidental de manera decisiva.
La alegría cristiana: Para Chesterton, el Nuevo Testamento no solo enseña una ética, sino que también transmite una alegría profunda. En Jesús, encuentra no solo un maestro, sino una fuente de esperanza inquebrantable.
Conclusión
Para G. K. Chesterton, el Nuevo Testamento es mucho más que un texto sagrado; es un testimonio vivo de la verdad, la paradoja y la esperanza del cristianismo. Sus escritos muestran cómo los Evangelios ofrecen una visión del mundo llena de sentido, donde la justicia, la misericordia y el amor transforman la vida humana. Su capacidad para reflexionar sobre los mensajes más profundos del Nuevo Testamento lo convierte en una voz destacada en la defensa del cristianismo frente al escepticismo moderno.
El Ministerio de Igualdad, a través el Instituto de la Mujer, ha dirigido carta oficial a la asociación Familias Numerosas, al objeto de reclamación de adopción de medidas necesarias para la retirada de publicidad, así como el cumplimiento de la normativa vigente, en relación al spot publicitario «Te la están colando», motivo por el cual, el Eminentísimo y Reverencísimo Monseñor Don José Ignacio Munilla, ha realizado una argumentación en el programa de Radio María y en sus redes sociales.
En el programa de hoy quiero abordar un tema increíble: ayer, por la noche, circuló en redes sociales un mensaje relacionado con una carta enviada por la directora del Instituto de las Mujeres, dependiente del Ministerio de Igualdad, a la Asociación de Familias Numerosas de Madrid. En dicha carta, firmada por Cristina Hernández Martín el 20 de noviembre, se reclamaba la retirada de una campaña promocional de natalidad bajo el lema: «Se te está pasando el arroz».
La campaña, que anima a reflexionar sobre la paternidad y maternidad, cuestiona las prioridades sociales actuales. Según el Instituto de las Mujeres, esta campaña constituye un menoscabo a la libertad y autonomía de las mujeres sobre sus cuerpos y podría considerarse una forma de acoso y violencia psicológica.
Esto es increíble. Una asociación privada realiza una campaña que invita a reflexionar críticamente sobre los valores que asimilamos como sociedad, y desde el Ministerio de Igualdad se intenta censurarla. Vamos a escuchar el contenido del spot publicitario, aunque no podamos ver las imágenes.
Spot publicitario: «Tú, sí tú. Te la están colando. Claro, tú no querías tener hijos. Si eres de los que sí, pero antes tiene que asentar su carrera profesional… te la están colando. Si crees que ahora es el momento de quedarse hasta tarde en la oficina… te la están colando. Si crees que tu pareja tiene que ser perfecta… te la están colando.
Si lo que necesitas es un colchón económico de exactamente cuánto… te la están colando. Si los hijos los quieres más tarde porque ahora toca viajar… te la están colando. Si crees que llegará un momento mejor para tenerlos… te la han colado, pero bien.
Que antes tienes que comprar una casa… te la están colando. Que es una tarea que te supera… bueno, eso sí, pero también lo fue para tus padres y los padres de tus padres. ¿Crees que dentro de cinco años estarás más preparado?… te la están colando.
Es imposible conciliar trabajo y familia… bueno, no más que con ir al gimnasio y salir de fiesta con amigos. Si piensas que te quitarán tiempo para disfrutar de tu pareja… te la están colando. Si tu miedo es que gastan demasiado… te la están colando.
Y mientras te la cuelan, se te va pasando el arroz. Ojalá no te confunda ni te dé tiempo a formar una familia. Y si es numerosa, mejor».
Este vídeo busca poner el foco en la importancia de priorizar la familia antes de que sea tarde. Sin embargo, resulta que esta invitación a reflexionar es calificada como violenta y acosadora por el Ministerio de Igualdad.
Es importante destacar que esta situación refleja algo más profundo: una injerencia contra la libertad de expresión. El gobierno, en lugar de tutelar esta libertad, parece dispuesto a coartarla cuando la crítica no encaja con su narrativa. ¿A quién puede ofender este mensaje? Tal vez a quienes albergan una aversión a la vida o a quienes no quieren reconocer el valor de la natalidad.
Además, España enfrenta una crisis de natalidad gravísima. Somos uno de los países con índices de natalidad más bajos del mundo. En este contexto, que un gobierno ataque una campaña que anima a tener hijos es incomprensible. Debería ser una prioridad fomentar la natalidad, no censurarla.
Otro problema evidente es el uso de recursos públicos para atacar iniciativas privadas. Este ataque desde un organismo oficial, financiado con los impuestos de todos, incluyendo los de las familias numerosas, es indignante.
Para cerrar esta reflexión, me parece que el vídeo es acertado en su enfoque. No recurre al emotivismo ni a reivindicaciones políticas. Es una llamada a la autocrítica sobre cómo el pensamiento mundano puede llevarnos a postergar nuestros valores más profundos.
La injerencia estatal y la libertad de expresión
Quiero retomar un tema importante del programa: la creciente injerencia estatal en la libertad de expresión. En el caso de la campaña de familias numerosas, vemos un patrón preocupante: la restricción del debate público cuando este no encaja con las ideologías promovidas desde el poder.
El gobierno debería ser un garante de la libertad de expresión, no un censor. Sin embargo, con casos como este, se refuerza un modelo estatalista en el que solo las instituciones oficiales parecen tener derecho a opinar y regular. Esto no solo afecta a las familias, sino que crea un precedente peligroso para todas las asociaciones y ciudadanos que deseen expresar ideas contrarias al pensamiento dominante.
La familia, como núcleo básico de la sociedad, debería ser protegida y promovida por el gobierno, especialmente en un contexto de crisis de natalidad como el que vivimos en España. En lugar de apoyar iniciativas que promuevan la vida, encontramos obstáculos, críticas y censura.
Esto nos lleva a reflexionar sobre la responsabilidad que tenemos como sociedad civil. No podemos dejar que el miedo a represalias nos impida alzar la voz. Es crucial mantenernos firmes en la defensa de nuestros valores, siempre con respeto y con argumentos sólidos.
El Ministerio de Igualdad y el debate sobre la campaña de natalidad
Siguiendo con el tema del Ministerio de Igualdad y su oposición a la campaña de familias numerosas, quisiera profundizar en algunos aspectos que son claves para entender la gravedad de esta situación y las implicaciones que tiene para nuestra sociedad.
En primer lugar, el Ministerio argumenta que la campaña «Se te está pasando el arroz» supone una forma de acoso y violencia psicológica hacia las mujeres. Sin embargo, el contenido del vídeo no ataca a nadie ni impone una postura, sino que invita a reflexionar sobre las prioridades personales en torno a la maternidad y paternidad.
¿Qué hay detrás de esta reacción?
Lo que subyace aquí es un intento de imponer un pensamiento único. La mentalidad predominante, promovida por ciertas ideologías, busca desvincular la maternidad y la paternidad de los valores esenciales de la familia. Este tipo de censura intenta deslegitimar cualquier mensaje que invite a cuestionar las ideas promovidas desde el poder.
La campaña de familias numerosas pone el foco en un problema real: el retraso constante de la maternidad y paternidad en nuestra sociedad. Este fenómeno no solo afecta a las familias, sino que tiene un impacto directo en la sostenibilidad demográfica y, por ende, en la estructura social, económica y cultural de nuestro país.
Sin embargo, lo que es evidente es que desde el gobierno hay una falta de sensibilidad ante esta problemática. España tiene uno de los índices de natalidad más bajos del mundo. En lugar de incentivar políticas públicas que promuevan la natalidad, las iniciativas privadas que lo hacen son censuradas y atacadas.
La paradoja de la libertad de expresión
Otro aspecto alarmante de esta situación es cómo se vulnera la libertad de expresión. Vivimos en una sociedad donde cada vez resulta más difícil expresar opiniones que se aparten de la corriente principal sin que sean tildadas de ofensivas o inaceptables.
Lo paradójico es que aquellos que censuran este tipo de campañas suelen ser los mismos que defienden la pluralidad y el respeto por las ideas diversas. Sin embargo, cuando esas ideas desafían su visión ideológica, la pluralidad desaparece y se recurre a la censura y al amedrentamiento.
El caso de la carta oficial enviada por el Instituto de las Mujeres es un claro ejemplo de este doble rasero. Se utiliza un organismo público, financiado con dinero de todos los ciudadanos, para atacar a una asociación privada que simplemente invita a la reflexión. Esto, además, envía un mensaje intimidante a otros colectivos: «Si te atreves a cuestionar el discurso oficial, te enfrentaremos con todo el peso del aparato estatal».
La importancia de la familia como motor de la sociedad
La familia es el núcleo de la sociedad y el lugar donde se transmiten los valores fundamentales. Promover la natalidad no es solo una cuestión personal o religiosa, sino un tema de responsabilidad social.
Es irónico que mientras en otros países se están implementando políticas para incentivar la maternidad y la paternidad —como ayudas económicas, permisos parentales prolongados y beneficios fiscales—, en España se ataque a quienes intentan impulsar la natalidad desde la sociedad civil.
La crisis de natalidad no es una cuestión ideológica; es un desafío que afecta directamente al futuro del país. Menos nacimientos significan una población envejecida, un sistema de pensiones insostenible y una economía debilitada.
Reflexión final
Lo que está en juego aquí no es solo una campaña publicitaria, sino la capacidad de nuestra sociedad para dialogar, reflexionar y priorizar los temas esenciales. La censura no es el camino para resolver los desafíos sociales.
Invito a todos los que estén escuchando este programa a reflexionar sobre el mensaje de esta campaña. Más allá de las polémicas, se trata de valorar lo que realmente importa en nuestras vidas y en la sociedad. La familia es una riqueza inigualable, y no podemos permitir que este valor sea relegado o atacado.
Como decía el Papa Francisco ayer en Córcega, al ver la alta natalidad de la región: “Hagan hijos, hagan hijos. Ellos serán vuestra alegría y vuestra gloria”. Este mensaje es una invitación para todos nosotros a recordar que la vida, en todas sus etapas, es un don de Dios que debemos proteger y promover.
Implicaciones Políticas, Sociales y Culturales del Caso Ministerio de Igualdad vs. Campaña de Natalidad
El conflicto entre el Ministerio de Igualdad y la campaña de la Asociación de Familias Numerosas tiene raíces y consecuencias que van mucho más allá del enfrentamiento puntual. Este caso pone de manifiesto cuestiones estructurales relacionadas con la política pública, la narrativa cultural dominante y los desafíos sociales que enfrenta España. A continuación, analizamos estas implicaciones desde diferentes ángulos:
1. Implicaciones Políticas
Censura y control ideológico
La carta del Instituto de las Mujeres refleja un problema grave: el intento de algunas instituciones gubernamentales de controlar el discurso público mediante la censura de opiniones contrarias al pensamiento oficial. Este control no solo afecta a las asociaciones privadas, sino que limita la capacidad de la sociedad civil para participar en el debate público.
La libertad de expresión no puede restringirse arbitrariamente bajo pretextos como la “ofensa” o el “acoso psicológico”. Si bien es legítimo regular el contenido que incita al odio o promueve la violencia, la campaña de natalidad no encaja en ninguna de estas categorías. Se trata de una invitación a reflexionar sobre la prioridad de formar una familia antes de que el tiempo lo dificulte, algo que está lejos de constituir una forma de violencia.
Desconexión con las prioridades nacionales
España enfrenta una de las tasas de natalidad más bajas del mundo (7.1 nacimientos por cada 1,000 habitantes en 2022), lo que plantea serios problemas para el sistema de pensiones, la estructura demográfica y la economía a largo plazo. Sin embargo, el gobierno parece más preocupado por promover su agenda ideológica que por abordar este desafío estructural.
Otros países europeos, como Francia, Polonia o Hungría, han implementado políticas ambiciosas para incentivar la natalidad, ofreciendo beneficios fiscales, ayudas económicas, permisos parentales y otros incentivos. En España, no solo se carece de políticas efectivas en este sentido, sino que incluso se censuran iniciativas privadas que intentan abordar el problema.
Uso de recursos públicos para silenciar iniciativas privadas
El hecho de que un organismo estatal, financiado con el dinero de los contribuyentes, se utilice para atacar a una asociación privada es alarmante. Este tipo de acciones sienta un peligroso precedente en el que el aparato del Estado se convierte en una herramienta para reprimir voces disidentes. Además, resulta irónico que las familias numerosas, principales sostenedoras del sistema de pensiones, sean las que sufran estos ataques.
2. Implicaciones Sociales
El impacto del discurso individualista
La campaña de natalidad critica el individualismo predominante, que pone el énfasis en el éxito profesional, el placer personal y la autorrealización como metas prioritarias, dejando en un segundo plano la formación de una familia. Este discurso, profundamente arraigado en la cultura contemporánea, ha llevado a muchas personas a retrasar o renunciar a la maternidad y paternidad.
Si bien la autorrealización es legítima, su absolutización ha creado una crisis de valores, donde el sacrificio y la entrega, pilares de la vida familiar, son percibidos como cargas en lugar de virtudes. La campaña «Se te está pasando el arroz» intenta desafiar este paradigma, recordando que la familia es una fuente de felicidad y plenitud.
La crisis de natalidad y sus efectos en la sociedad
La caída de la natalidad tiene implicaciones profundas:
Envejecimiento poblacional: España se enfrenta a una sociedad envejecida, con más pensionistas que trabajadores activos, lo que pone en peligro la sostenibilidad del sistema de bienestar.
Desarraigo cultural: La disminución de las familias afecta la transmisión de valores y tradiciones. Una sociedad con menos niños es una sociedad menos dinámica y creativa.
Aislamiento social: El individualismo exacerbado y la falta de familias numerosas aumentan el riesgo de aislamiento y soledad, especialmente en la vejez.
En este contexto, atacar una campaña que promueve la natalidad es una acción que va en contra del interés común.
3. Implicaciones Culturales
La ideología de género y el rechazo a la maternidad
El Ministerio de Igualdad ha promovido una visión de la mujer que prioriza su independencia económica y profesional por encima de otros aspectos de su identidad. Esta narrativa, si bien responde a luchas históricas legítimas, ha llegado a rechazar indirectamente la maternidad como un rol valioso, considerándola a menudo un obstáculo para la realización personal.
La campaña «Se te está pasando el arroz» choca frontalmente con esta perspectiva, al presentar la maternidad como un bien deseable y prioritario. En lugar de considerarlo como una imposición patriarcal, invita a las mujeres a reconocerlo como una opción natural y enriquecedora.
La desconexión con los valores tradicionales
El ataque a esta campaña también refleja una desconexión con los valores tradicionales de muchas familias españolas, especialmente aquellas que ven la maternidad y la paternidad como un llamado natural y un propósito de vida. En lugar de buscar un diálogo inclusivo, el discurso oficial parece alejarse de las sensibilidades culturales y religiosas de una parte significativa de la población.
El desprestigio de la familia numerosa
Las familias numerosas, tradicionalmente consideradas una bendición y un pilar de la sociedad, han pasado a ser vistas como una anomalía o una carga. Esta visión cultural es reforzada por un discurso político que minimiza su importancia, cuando, en realidad, son esenciales para garantizar la continuidad generacional y la sostenibilidad económica del país.
Propuestas y Reflexión Final
Promover el diálogo inclusivo: Es necesario abrir espacios para debatir sobre la crisis de natalidad y el papel de la familia sin censuras ni prejuicios ideológicos.
Fomentar políticas de apoyo a la familia: El gobierno debe priorizar medidas como ayudas económicas, incentivos fiscales y permisos parentales que faciliten la formación y sostenimiento de las familias.
Revalorizar la maternidad y la paternidad: La sociedad necesita recuperar una visión positiva de la familia como fuente de realización personal y bien común, en lugar de verla como una carga o una limitación.
Defender la libertad de expresión: La pluralidad de ideas es esencial para el progreso social. Las iniciativas privadas deben ser respetadas y valoradas como parte del tejido democrático.
La campaña «Se te está pasando el arroz» nos invita a reflexionar sobre nuestras prioridades y los valores que queremos transmitir a las generaciones futuras. Es un mensaje que merece ser escuchado, especialmente en un momento en el que la familia necesita ser reivindicada como el corazón de nuestra sociedad.
La moral cristiana es el conjunto de principios, valores y normas de conducta basados en las enseñanzas de Jesucristo y en la revelación divina contenida en la Biblia, especialmente en el Nuevo Testamento. Esta moral se fundamenta en el amor a Dios y al prójimo como los dos grandes mandamientos que sintetizan toda la ley moral cristiana.
Principios clave de la moral cristiana:
El amor como principio fundamental: Jesucristo enseñó que el amor a Dios con todo el corazón, el alma y la mente, y el amor al prójimo como a uno mismo (Mateo 22:37-40), son los fundamentos de toda la moral cristiana.
La dignidad humana: Todo ser humano tiene un valor intrínseco porque es creado a imagen y semejanza de Dios (Génesis 1:26-27). Este principio guía la defensa de la vida, la justicia social y la solidaridad.
La búsqueda de la santidad: Los cristianos están llamados a imitar a Cristo y a vivir en conformidad con los mandamientos de Dios, esforzándose por alcanzar la perfección moral y espiritual (Mateo 5:48).
La importancia de la conciencia: La conciencia, iluminada por la fe y la razón, ayuda a discernir lo correcto y lo incorrecto. Sin embargo, la conciencia debe ser formada a la luz de la enseñanza de la Iglesia y la Escritura.
La gracia y los sacramentos: La moral cristiana no se basa únicamente en un esfuerzo humano. La gracia de Dios, recibida especialmente a través de los sacramentos, fortalece al creyente para vivir según los valores cristianos.
Áreas de aplicación:
Vida personal: La moral cristiana guía las decisiones individuales sobre virtudes como la honestidad, la pureza, la humildad y la templanza.
Relaciones con los demás: Impulsa el respeto, la justicia, el perdón y la caridad hacia el prójimo.
Vida social: Promueve la justicia social, el respeto por la creación y la defensa de los derechos humanos.
En síntesis, la moral cristiana busca que los creyentes vivan en comunión con Dios y en armonía con los demás, siguiendo las enseñanzas de Cristo como modelo de vida.
La conciencia cristiana es la capacidad del ser humano para discernir entre el bien y el mal, iluminada por la fe en Dios y las enseñanzas de Jesucristo. Es un elemento central en la moral cristiana porque permite al creyente juzgar sus actos y decisiones desde una perspectiva moral, en conformidad con la voluntad de Dios.
Fundamento de la conciencia cristiana
La Ley Natural: La conciencia se basa en la ley natural inscrita por Dios en el corazón de cada persona, lo que permite discernir lo correcto incluso sin una formación explícita (Romanos 2:14-15). Esta ley natural es iluminada y perfeccionada por la revelación divina.
La Revelación Divina: Para los cristianos, la conciencia debe ser formada y guiada por las Escrituras y las enseñanzas de la Iglesia, ya que en ellas se revela la voluntad de Dios.
La acción del Espíritu Santo: El Espíritu Santo actúa en la conciencia, iluminándola y guiándola hacia la verdad, especialmente cuando el cristiano se encuentra en oración o reflexión.
Características de la conciencia cristiana
Personal y relacional: La conciencia cristiana no actúa de manera autónoma, sino que reconoce la relación del individuo con Dios y con los demás.
Formada: La conciencia debe ser educada y formada a través del conocimiento de la Palabra de Dios, los mandamientos, las enseñanzas de la Iglesia y la oración. Una conciencia mal formada puede llevar al error.
Recta y verdadera: La conciencia debe buscar siempre la verdad y el bien. Una conciencia recta actúa en conformidad con la voluntad de Dios.
Libre, pero responsable: La conciencia cristiana respeta la libertad del individuo, pero también implica responsabilidad moral ante Dios y la comunidad.
Funciones de la conciencia cristiana
Juzgar los actos: Ayuda al creyente a distinguir lo correcto de lo incorrecto antes, durante y después de cada acción.
Guiar las decisiones: Actúa como una «voz interior» que orienta hacia el bien y evita el pecado.
Exigir la coherencia moral: La conciencia impulsa al cristiano a actuar de acuerdo con los valores evangélicos, incluso cuando implica sacrificios o ir en contra de las presiones sociales.
Formación de la conciencia cristiana
Conocer las Escrituras: La Palabra de Dios es la fuente principal para entender la moral cristiana.
Vivir los sacramentos: Especialmente la Eucaristía y la Reconciliación, que fortalecen la vida espiritual.
Escuchar las enseñanzas de la Iglesia: La Iglesia es guía para interpretar adecuadamente la verdad revelada.
Oración y discernimiento: La oración ayuda a estar abiertos a la acción del Espíritu Santo.
Autocrítica y examen de conciencia: Un examen regular permite evaluar las propias acciones y decisiones.
En resumen, la conciencia cristiana es un elemento esencial para vivir según la moral cristiana, ya que ayuda al creyente a buscar y cumplir la voluntad de Dios en su vida diaria.
La mujer enferma en la Biblia se menciona en el Nuevo Testamento en el contexto de la sanidad milagrosa realizada por Jesús. Este relato se encuentra en los Evangelios de Mateo, Marcos y Lucas y destaca la fe de una mujer que padecía una enfermedad crónica. Es una de las historias más conmovedoras sobre el poder de la fe y la compasión de Jesús.
Relato principal: La mujer con flujo de sangre
Esta historia se narra en Mateo 9:20-22, Marcos 5:25-34, y Lucas 8:43-48. La mujer padecía un flujo de sangre durante doce años, una condición que la hacía no solo físicamente debilitada, sino también ritualmente impura según la Ley de Moisés (Levítico 15:25-27), aislándola de la comunidad.
Descripción del pasaje:
La mujer había gastado todo lo que tenía en médicos sin encontrar cura.
Al enterarse de que Jesús estaba cerca, se acercó a Él con fe, pensando: «Si tocare tan solo su manto, seré salva.» (Marcos 5:28).
Cuando tocó el borde del manto de Jesús, su flujo de sangre cesó inmediatamente.
Jesús, consciente de que había salido poder de Él, preguntó quién lo había tocado.
Temblando, la mujer confesó lo que había hecho. Jesús le dijo:
"Hija, tu fe te ha salvado; ve en paz y queda sana de tu enfermedad." (Marcos 5:34).
Temas principales del relato:
Fe poderosa: La mujer demostró una fe extraordinaria al creer que solo tocar el manto de Jesús podía sanarla.
Sanidad y restauración: Jesús no solo sanó físicamente a la mujer, sino que también restauró su dignidad y la reintegró a la comunidad.
Jesús rompe barreras: Jesús no se vio limitado por las leyes rituales de pureza. Mostró compasión hacia una persona marginada por su condición.
El valor de la confesión: La mujer confesó su acción públicamente, y Jesús la honró llamándola «hija», un término que subraya el amor y la aceptación.
Significado espiritual:
Este relato es un ejemplo de cómo la fe puede vencer obstáculos y traer sanidad y salvación.
Subraya que Jesús tiene el poder de sanar tanto el cuerpo como el alma, y que Su amor alcanza incluso a los marginados.
Otras mujeres enfermas en la Biblia:
Además de esta mujer, el Nuevo Testamento menciona a otras mujeres que fueron sanadas por Jesús:
La suegra de Pedro: Jesús la sanó de una fiebre alta (Mateo 8:14-15; Marcos 1:30-31; Lucas 4:38-39).
La mujer encorvada: Sufría una enfermedad que la mantenía encorvada durante dieciocho años y fue sanada por Jesús en sábado (Lucas 13:10-17).
Reflexión:
La historia de la mujer enferma nos inspira a tener fe en medio de las dificultades. Muestra que el amor de Jesús está disponible para todos, especialmente para aquellos que enfrentan situaciones aparentemente imposibles. Su compasión y poder trascienden las barreras físicas, sociales y espirituales.
En estos tiempos, donde el progresismo, esta ideología disolvente del ser humano, plantea posiciones utilitaristas —es decir, que no toma decisiones morales sobre el bien o el mal, sino sobre lo útil y lo inútil—, estas posturas relativistas, que niegan verdades absolutas, han tenido un impacto enorme y muy negativo en nuestra sociedad.
Vamos a abordar dos aspectos: uno, el conocimiento. ¿Por qué es importante para la comunidad tener acceso a este conocimiento? Vamos a estudiar y analizar un poco este concepto de conocimiento. Y, también, muy importante, la relación entre razón y fe, entre ciencia y religión.
No existe ningún conflicto, como se quiere presentar hoy, de que el creyente es, básicamente, una persona inhabilitada mentalmente para la ciencia. Si hablamos desde nuestra convicción, desde el punto de vista católico, bíblico, evangélico, la Biblia nos dice:
1 Pedro 3:15: "sino santificad a Dios el Señor en vuestros corazones, y estad siempre preparados para presentar defensa con mansedumbre y reverencia ante todo el que os demande razón de la esperanza que hay en vosotros"
Entonces, entendemos que todo comportamiento, que toda postura, obedece a un conocimiento, sea este bíblico, político o económico.
El conocimiento es vital. De hecho, es parte de nuestra alma, es parte de lo que nosotros somos, y no podemos dejarlo de lado. En el conocimiento —sea del tipo que sea, incluso en los avances científicos— está la gloria de Dios. O sea, Dios está en todo lo que el hombre puede descubrir, en lo que la ciencia logra determinar.
Por ejemplo, el trabajo del código del ADN, el mapa del genoma humano, que tomó tanto tiempo y que fue dirigido por Francis COLLINS, un creyente, es una maravilla. Entender la complejidad del ADN da mucho gozo. El conocimiento es fuente de alegría.
Este conjunto de nucleótidos —adenina, timina, citosina y guanina— conforma la palabra, el logos más grande de la historia: el ADN, esa cadena que fabrica y copia.
Cómo el logos, la palabra, está presente incluso en la genética. Y aquí ya podemos empezar a conectar el aspecto religioso con el científico.
En estos tiempos, donde el progresismo —esta ideología disolvente o este conjunto de ideologías disolventes del ser humano— plantea posiciones utilitaristas, es decir, que no toma decisiones morales sobre el bien o el mal, sino sobre lo útil y lo inútil, estas posturas relativistas, que niegan verdades absolutas u objetivas, y el materialismo, que niega que el ser humano tenga una dimensión trascendental o espiritual, han tenido un impacto enorme y muy negativo en nuestra sociedad.
El progresismo lo hemos notado desde hace unos años, especialmente con lo que ellos querían implementar como ideología de género: una mentira bien etiquetada y bien empaquetada.
Por ejemplo, lo que dijo Gramsci, un marxista y comunista, quien planteó que ellos debían copar todas las instituciones. Es decir, la revolución debería implementarse mediante un copamiento sistemático de estas instituciones y un lenguaje totalitario.
Pero eso, lejos de avasallarnos, ha despertado nuestra curiosidad. Y ahora vemos a una juventud……que va a las fuentes. O sea, una juventud que está investigando, que está estudiando, que se preocupa por estos temas. Antes realmente no había mucha noción de los temas filosóficos. Es más, parecía algo relegado a la historia. Sin embargo, ahora entendemos que sí necesitamos conocer esos temas.
Es interesante esta observación porque, irónicamente, quienes asumen posiciones «pro-ciencia» recurren a argumentos y justificaciones completamente anticientíficos y totalitarios. Es absurdo. Esta fantasía de concebir al ser humano como un ser que no tiene una verdad objetiva en su naturaleza es el disparate más grande. Hasta un niño de cinco años puede diferenciar entre un hombre y una mujer.
Sin embargo, ahora gradúan de Harvard, Yale, Stanford y Oxford a personas con doctorados en «estudios de género», «estudios queer» y «estudios de raza», y salen completamente invalidadas mentalmente. Estas personas, mediante sofismas, intentan interpretar una realidad que es autoevidente: que el hombre tiene una naturaleza, que la mujer tiene una naturaleza, y que somos distintos pero complementarios. Ahora se trata de borrar todo eso.
Luego, cuando los hermanos entendieron el fenómeno y todo aquello contra lo que estábamos luchando —porque ahí estaban involucrados directores de medios, políticos, opinólogos, intelectuales de todo tipo—, la avalancha era muy grande. Gracias a Dios, el pueblo salió a combatir todo esto y logramos frenarlo.
Este tránsito, este tema del que estamos tratando: al inicio la gente no sabía, no sabíamos. En general, intuíamos que algo estaba mal.
Y esto tiene más de 35 o 40 años. Claro, esto tiene raíces en el postmodernismo francés. Uno puede remontarse al existencialismo de Sartre. Es decir, aquí tenemos incluso décadas de gestación y fermentación de este mal.
Este desconocimiento que todos teníamos al principio, nos pilló desprevenidos. Y aquí entra la importancia del conocimiento. Cómo esa intuición de que algo está mal —de que este conjunto de políticas está mal— necesita algo más. La intuición no es certeza. La intuición demanda conocimiento, demanda investigación.
Por eso, la gente debe entender la importancia de iniciativas culturales. Se trata de transitar, a través de la adquisición del conocimiento, hacia la certeza. Entonces, ya es imposible que puedan contraargumentarnos cuando sabemos cómo responder. El saber nos permite ver y entender las reales intenciones detrás de estas agendas.
«Ya es imposible que puedan contraargumentarnos cuando sabemos cómo responder«
La juventud, tiene hambre y sed de conocer. El conocimiento no es un hobby, no es un lujo, no es un elemento opcional. Es imprescindible.
Jesucristo lo dijo: “Y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres”.
Para nosotros, el conocimiento es parte de la verdad. Lo que estamos conociendo, valga la redundancia, al tener acceso a toda esa información, es la verdad.
“Si conozco algo de primera fuente, ya no me van a engañar”
Investigamos quiénes fueron los que lo plantearon, cuáles son las concepciones originales, … El conocimiento es participar de la verdad.
La Biblia, además, ofrece respuestas a los dilemas y las inquietudes de las personas. Da certezas, guía moral y aporta un compás para el tránsito de la vida.Pero hay que considerar que el lenguaje celestial y el lenguaje terrenal no son los mismos. No están diseñados para lo mismo.
Muchas veces nos dicen: “Demuestra científicamente esto”. Y yo respondo: “La Biblia no es un libro que trate de demostrar nada científicamente. Dios afirma, pero para eso está la ciencia”. Entonces, ambos se complementan.
Una cosa no elimina la otra. Sería necio decir que, con solo la Biblia, no necesito nada más. Por supuesto que lo necesitamos. Porque, cuando uno tiene los conceptos bíblicos y luego, a través de la ciencia, descubre cosas que confirman la palabra, eso fortalece la fe. Muchos de los descubrimientos científicos confirman lo que dice la Biblia. Nunca se ha constatado una contradicción entre un descubrimiento científico y la palabra de Dios.
De hecho, tenemos la famosa “tesis del conflicto”. Es una tesis reciente, de fines del siglo XIX, elaborada por dos pensadores —uno británico y otro estadounidense— que fabricaron la idea de que la ciencia y la religión están en constante conflicto. De ahí el nombre: “la tesis del conflicto”. Pero esto no es cierto.
Ciencia y fe han convivido durante siglos. Los grandes científicos de la revolución científica fueron cristianos. ¿Cómo podríamos explicar a científicos como Louis Pasteur, Johannes Kepler, Galileo, Newton, entre otros? Y la lista es inmensa. Incluso, la mayoría de los premios Nobel —alrededor del 70 u 80 %— fueron otorgados a cristianos, ya sean católicos o evangélicos. Además, el fenómeno del ateísmo dentro de la comunidad científica es relativamente reciente, de los últimos 40 o 50 años.
Pero ahora se está revirtiendo. Por ejemplo, el estudio del ADN y su complejidad ha llevado a muchos científicos a reconocer que debe existir un creador. Aunque no lo llamen Dios, dicen: “Tiene que haber una mente detrás de todo esto”.
Aunque no quieran admitir que es Dios, reconocen que debe haber un diseño inteligente. Porque, como usted bien dice, la nada no puede crear nada. Eso es pura lógica, ni siquiera hay que apelar a la fe para entenderlo.
El progresismo, sin embargo, ha tratado de impulsar la idea de que ciencia y religión son un juego de suma cero. Según esta visión, mientras más cosas descubre la ciencia, más arrinconado queda Dios. Esto es absurdo.
Varios de los científicos que hemos mencionado consideraban a Dios como guía. Ellos decían que era un deber humano entender la creación. Santo Tomás de Aquino ya hablaba de esto en el siglo XIII, cuando trató de conciliar fe y razón. Ciencia y religión han convivido durante siglos. No se mezclan, pero se complementan.
Hoy en día, los cristianos son ingenieros, médicos, y profesionales de diversas áreas; están familiarizados con la investigación en sus respectivos campos. Sin embargo, es fundamental que también tengan conocimiento sobre temas filosóficos. Por ejemplo, la concepción de la economía, y las concepciones filosóficas son vitales. Antes de un gobierno o de una postura política, siempre hay una idea detrás.
Un caso fascinante es el de Alejandro Magno, quien tuvo como maestro a Aristóteles desde niño. La mente aristotélica se trasplantó a Alejandro, y este la implementó en su gobierno, lo que cambió el mundo. Aristóteles fue invitado por el rey Filipo de Macedonia, padre de Alejandro Magno, para entrenarlo y capacitarlo en ética y lógica durante siete años. Alejandro Magno, luego, conquistaría Persia, Grecia y Atenas. Incluso, Aristóteles tuvo que abandonar Atenas debido a un fuerte sentimiento antimacedonio tras la muerte de Alejandro.
¿De qué manera el conocimiento nos vuelve virtuosos?
Es una reflexión que muchos filósofos precristianos, como Platón y Aristóteles, ya planteaban. Aunque tuvieran posturas distintas sobre el conocimiento, ambos coincidían en que el tránsito hacia la verdad debe ser virtuoso.
La virtud es una cualidad, y los cristianos debemos aspirar a ella. Hay músicos virtuosos, personas diestras en diversos campos, y el cristiano también debe buscar la virtud, la excelencia, la elevación del espíritu.
El conocimiento, por ejemplo, en temas como la economía o la ciencia, es esencial. Sans Segarra plantea temas interesantes desde una perspectiva cristiana. Habla sobre los encuentros cercanos con la muerte y expone debates en la comunidad científica entre fisicalistas y dualistas.
Los fisicalistas argumentan que todo está en el cerebro, que no existe el alma; mientras que los dualistas afirman que sí hay alma. Sharon Dirckx, una neuróloga inglesa, a través de investigaciones, demostró que hay una diferencia entre el cerebro, que es biológico, y la mente, que trasciende lo físico.
Por ejemplo, aunque nuestros sentidos pueden percibir el sabor de un café, la mente evalúa cuál es mejor. Es decir, hay algo más allá de lo físico que nos permite distinguir. Esto confirma que debemos desarrollar nuestra mente. La virtud, en ese sentido, es trascender, no quedarte donde estás.
Y esa capacidad de trascender se relaciona con lo que mencionábamos antes: la física cuántica, que nos lleva a las partes más ínfimas y mínimas de la realidad.
Tener conocimiento no significa que todos debamos aprender lo mismo. Hay cosas que nos interesarán más que otras. Por ejemplo, yo estaría negado para la física cuántica, así que giro mis talentos hacia la filosofía y la política. Otra persona encontrará valor en áreas como la ingeniería o la medicina. Pero lo importante, a pesar de que cada uno tenga talentos específicos para ciertos campos, es que no dejemos de «ver el bosque». El problema es que, como quizás lo habrá notado usted también, la ciencia ha tendido hacia una especialización extrema. Nos hemos vuelto microexpertos.
Está bien ser experto en un tema, pero deberíamos hacer un esfuerzo por tener al menos nociones básicas de otros campos. Por ejemplo, si a alguien le gusta la filosofía, que aprenda un poco, aunque no se convierta en experto. Eso le permitirá tener una visión más amplia y entender el panorama general.
El fisicalismo es básicamente la afirmación del materialismo: la idea de que los seres humanos somos solo materia, que nuestras emociones, sentimientos y fe pueden ser reducidos a procesos materiales. Eso, además de ser un absurdo completo, es completamente anticientífico.
Sharon Dirckx, por ejemplo, a través de sus investigaciones, documentó casos de personas clínicamente muertas —con muerte cerebral y física— que luego despertaron.Una joven estuvo cinco meses en ese estado, y al despertar, recordaba todo: las conversaciones entre los médicos, las decisiones que se tomaron mientras estaba inconsciente. Ella les relató exactamente lo que se había hablado, y los médicos quedaron asombrados. Esto fue documentado, y demuestra que no somos solo materia. Esto es algo científico, porque apela a la observación y al registro del comportamiento humano.
La ciencia, además, tiene límites. Se ha instalado esta idea progresista de que la ciencia puede resolver todas las verdades, y que por tanto, Dios ya no es necesario. Según ellos, recurrir a Dios es retrógrado, medieval, y una creencia en fantasías.
Es una narrativa muy dañina, sobre todo para los jóvenes. Pero aquí está el problema: la ciencia no puede responder a todas las preguntas.
«¿De dónde vengo?», «¿Cuál es mi propósito en este mundo?», «¿A dónde voy?» o «¿Cómo puedo ser un mejor padre, hermano o ciudadano?» no pueden ser respondidas por el método científico.
La ciencia no plantea todas las preguntas, y menos aún puede ofrecer respuestas a cuestiones metafísicas, éticas o existenciales. Además, incluso dentro de la astronomía, los mismos científicos reconocen que hay cosas como la materia oscura. Saben que existe, pero no saben qué es. Si no pueden medirla, calcularla o analizarla matemáticamente, no tienen una respuesta. Con la física cuántica ocurre algo similar. Por ejemplo, el famoso experimento de disparar un electrón hacia una placa con múltiples orificios. El electrón pasa por todos los orificios al mismo tiempo. Eso es incomprensible desde una perspectiva lógica o clásica.
Esto nos lleva a algo fundamental: la ciencia tampoco aporta un compás moral. No nos dice si algo es bueno o malo; eso pertenece al ámbito de la ética, no de la ciencia. Uno puede fundamentar éticamente la ciencia, pero no se puede fundamentar científicamente la ética.
En cuanto a la moralidad, para nosotros, como cristianos, esta tiene una base: la fe y la creencia en Dios.
Si aterrizamos en la Biblia, lo que Dios dice es nuestra base, nuestro cimiento. Es nuestro punto de referencia para definir lo bueno y lo malo. Sin esta base, todo sería relativo.
La Biblia lo advierte: “¡Ay de aquellos que a lo bueno llaman malo, y a lo malo llaman bueno!”
Eso es clave. Como cristianos, tenemos un norte, una base sólida. No podemos definir a una persona ni sus actos según nuestro criterio personal, sino según lo que enseña la Biblia.
Por eso el conocimiento de la palabra es fundamental. Y esto también conecta con el libro de Max Weber,La ética protestante y el espíritu del capitalismo. Weber menciona cómo los movimientos puritanos y pietistas establecieron códigos éticos muy rigurosos en sus comunidades. Ellos entendían que la moralidad y la responsabilidad personal eran esenciales, incluso en cuestiones económicas. Por ejemplo, decía: “¿Cómo podría alguien confiar dinero a una persona que vive de manera licenciosa?”. Estas comunidades tenían círculos cerrados, donde la confianza se basaba en la ética y en los valores compartidos.
La ética, para nosotros, es fundamental. Un mundo sin ética ni moral no es nada. Eso es precisamente lo que los progresistas tratan de derrumbar: las bases éticas y morales que sostienen a la sociedad. Por ejemplo, cuando dicen que ya no hay hombre ni mujer, ni siquiera niños, están eliminando las categorías esenciales del ser humano. Si no hay hombre, mujer ni niño, entonces no hay ética. Se deshumaniza todo, y el ser humano es reducido a un objeto. Ese es el peligro del progresismo, altamente nocivo.
La Biblia nos aporta guías, verdades y un compás moral. Es también un complemento a la ciencia, porque la ciencia no nos dice cómo actuar moralmente ni responde preguntas éticas. Estas respuestas provienen de la ética, la metafísica y, en nuestro caso, de la fe.
También debemos considerar la tecnología como un elemento importante en esta discusión. Participamos activamente de la tecnología; lo que estamos haciendo ahora mismo es posible gracias a ella. Sin embargo, esta noción de un hombre que solo cree en la ciencia, rechaza lo trascendental o espiritual, y se ve a sí mismo como algo mejorable tecnológicamente, ha llevado a algunos a pensar que pueden jubilar a Dios.
Esta idea de transición del homo sapiens al homo deus, donde se promete un paraíso terrenal a través de la edición genética, la inteligencia artificial, la nanotecnología y la robótica, es un engaño. La historia ha demostrado que estas promesas son falsas. Siempre ha sido así. El hombre ha querido jugar a ser Dios desde el principio. Lo vemos en la Biblia y en la historia. Los emperadores romanos, por ejemplo, se hacían llamar «divinos». El hombre, en la medida en que alcanza logros o avances, tiende a decir: «Ya no necesito a Dios».
Sin embargo, el ser humano tiene un componente emocional que, en estos últimos tiempos, está muy afectado. Cada vez hay más personas con problemas psicológicos, psiquiátricos, depresión y ansiedad. Tarde o temprano, esto traerá un desmoronamiento social que nos afectará a todos.
Si hablamos de ética, el concepto de amor es clave. Jesús lo definió claramente: «Ama a tu prójimo como a ti mismo». Este modelo de amor parte del cuidado personal; tú te amas cuando cuidas tu salud, tu bienestar y tu vida. Del mismo modo, debes cuidar y amar a los demás. Este es un punto fundamental porque la ética cristiana siempre se orienta hacia el prójimo. En contraste, lo que predomina en estos tiempos es una perspectiva utilitarista, que rechaza o minimiza la idea cristiana de servir al prójimo.
La vocación cristiana implica un desprendimiento del «yo» para mirar al «tú» y al «ellos». Cuando tomamos decisiones morales, algo será bueno o malo en la medida en que no solo me beneficie a mí, sino que también beneficie al prójimo. Jesús lo explica de manera lógica y sencilla: tú te amas a ti mismo, te cuidas y buscas tu bienestar. Eso no es egoísmo, es algo natural. De la misma forma, debes cuidar y amar a los demás. ¿Cómo vas a hacer feliz a otro si tú no eres feliz?
La autoestima es fundamental. Pero también debemos recordar que la ética cristiana no se basa en la complacencia personal, sino en la capacidad de trascender para servir y amar al prójimo.¿Cómo vas a ser feliz a otro si tú no eres feliz? Exactamente, la autoestima es un tema importantísimo. Pero, ¿qué ha pasado con esta visión cientificista, activista y utilitarista que hemos discutido? Se ha vendido la idea de que lo útil es lo bueno. Si algo es útil, entonces es bueno; si algo es placentero, también es bueno. Este utilitarismo hedonista está promoviendo una visión distorsionada de la moralidad.
Por ejemplo, ahora a las chicas se les dice: “Abre tu cuenta de OnlyFans, ganarás mucho dinero, aunque sea al costo de tu dignidad y la de tu familia”. A los jóvenes se les dice: “Drogáte, porque es fantástico; es tu cuerpo, tu decisión”. También se les incentiva a tener sexo sin responsabilidad, bajo la premisa de que “no le están haciendo daño a nadie”.
Esto promueve una cultura utilitarista orientada al hedonismo, donde lo importante es el placer y el beneficio personal inmediato, sin considerar las consecuencias para otros. El problema con esta visión es que deja de lado la consideración hacia la segunda o tercera persona, y se centra únicamente en la primera. Lo que es bueno deja de estar definido por su capacidad de servir al prójimo y pasa a estar determinado por cuánto placer o utilidad genera para mí.
Esto ha generado una sociedad, especialmente entre los jóvenes, que es más egoísta, socialmente disfuncional y carente de consideración por los demás. Por ejemplo, hacia los ancianos, quienes ahora son vistos como “inútiles” o como una carga. Esto recuerda a las ideas de Hitler, quien promovía la eliminación de los ancianos, los homosexuales, los enfermos y todos aquellos que consideraba “improductivos”. Es un pensamiento peligrosamente deshumanizador.
Y aquí es donde entra el poder del conocimiento, que nos permite analizar y llegar a estos razonamientos. La gente puede decir: “Ah, ahora lo entiendo”. Por eso es tan importante manejar lenguajes filosóficos, políticos, económicos y científicos. Mientras más completo sea nuestro arsenal de conocimientos, y mientras podamos complementarlo con nuestra fe, tendremos una herramienta indestructible, poderosa y menos vulnerable a la manipulación. Porque el problema con estas políticas utilitaristas es que manipulan. Los progresistas, por ejemplo, manipulan a los homosexuales, no porque realmente les importen, sino porque los usan para sus propios intereses políticos. Esto es perverso. El utilitarismo, tal como se está promoviendo hoy, es profundamente dañino.
Se está levantando una nueva generación interesada en el conocimiento. Esto es muy positivo. Trascender significa ser de ayuda para nuestro país, no solo en el aspecto espiritual, sino también en lo social, político y cultural.
Todo pasa por conocer y difundir. Jesús lo dijo: “Vayan y prediquen el evangelio”. En la medida en que uno se enriquece con conocimientos, puede ayudar a otros. Si no sabes, también puedes ser manipulado. ¿Cómo puedes advertir a alguien que está yendo al abismo si tú no sabes hacia dónde se dirige?
¿Por qué los dueños de grandes corporaciones, artistas renombrados y personas con tanto dinero apoyan estas políticas progresistas? La respuesta está en la utopía. Les han vendido la idea de una sociedad ideal, un paraíso terrenal, pero es una mentira. Ya se ha intentado antes, y nunca ha funcionado. Los paraísos comunistas de la Unión Soviética y China fracasaron, al igual que el paraíso de la razón promovido durante la Revolución Francesa. Esa obsesión con la razón, descartando la fe y las creencias, llevó a una masacre. ¿Cuántos murieron decapitados en la revolución? Fue una locura. Incluso se cuenta que en la Plaza de la Bastilla, donde se realizaban estas ejecuciones, la cantidad de sangre derramada hacía que el olor fuese insoportable. Las propiedades de la zona perdieron tanto valor que muchos negocios quebraron. Es increíble el daño que se hizo.
No todos los líderes —sean religiosos, políticos o empresariales— comprenden la importancia del conocimiento. Parte de por qué nos ha ido tan mal como país es porque hemos prescindido no solo de la fe, sino también del saber.
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El Nuevo Testamento menciona gobernantes y líderes en diversas narrativas, pero no se enfoca específicamente en catalogarlos como corruptos en términos modernos. Sin embargo, algunos ejemplos muestran actitudes de injusticia, abuso de poder o hipocresía que pueden asociarse con la corrupción. Estas referencias sirven para contrastar los valores del Reino de Dios con los sistemas humanos de poder y autoridad. A continuación, se analizan ejemplos relevantes:
1. Herodes el Grande y su crueldad
Herodes el Grande, rey de Judea bajo la autoridad romana, ordenó la masacre de los niños en Belén al enterarse del nacimiento de Jesús. Este acto muestra un abuso extremo de poder motivado por la ambición y el miedo a perder su autoridad.
Mateo 2:16: "Entonces Herodes, al verse burlado por los sabios, se enfureció y mandó matar a todos los niños menores de dos años que había en Belén y en sus alrededores."
Herodes es un ejemplo de un gobernante dispuesto a cometer atrocidades para mantener su control, característico de una corrupción profunda.
2. Herodes Antipas y la muerte de Juan el Bautista
Mateo 14:3-12; Marcos 6:17-29: Herodes Antipas, hijo de Herodes el Grande, muestra su corrupción al ordenar la muerte de Juan el Bautista por presión de su esposa Herodías. Aunque respetaba a Juan, cedió a una petición manipuladora para mantener su reputación frente a sus invitados.
"El rey se entristeció, pero a causa del juramento y de los que estaban con él a la mesa, mandó que se la diesen." (Mateo 14:9)
Esta historia revela cómo el orgullo, la debilidad moral y el abuso de autoridad pueden llevar a decisiones corruptas.
3. Poncio Pilato y su falta de justicia
Juan 18:28-19:16: Pilato, el gobernador romano que presidió el juicio de Jesús, mostró debilidad frente a las demandas de la multitud que pedía la crucifixión. Aunque Pilato reconoció que Jesús era inocente, cedió a la presión popular por temor a perder su posición.
"Pilato les dijo: ‘¿Qué mal ha hecho?’ Pero ellos gritaban aún más: ‘¡Sea crucificado!’ Entonces Pilato, queriendo satisfacer a la multitud, les soltó a Barrabás; y a Jesús, después de azotarle, le entregó para que fuese crucificado." (Marcos 15:14-15)
Pilato representa a un líder que sacrifica la justicia por conveniencia política, un ejemplo claro de corrupción moral y política.
4. Los líderes religiosos del Sanedrín
Aunque no eran gobernantes políticos, los líderes del Sanedrín (sacerdotes y escribas) tenían poder considerable sobre el pueblo judío y frecuentemente actuaron con hipocresía y manipulación:
Mateo 23:27-28: Jesús denuncia la hipocresía de los fariseos y escribas, acusándolos de preocuparse más por las apariencias externas que por la justicia y la verdad.
"¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! Porque sois semejantes a sepulcros blanqueados, que por fuera, a la verdad, se muestran hermosos, pero por dentro están llenos de huesos de muertos y de toda inmundicia."
Hechos 7:54-60: En el martirio de Esteban, los líderes religiosos manipulan el proceso judicial y actúan violentamente para silenciar la verdad, un acto que demuestra corrupción espiritual y judicial.
5. César y el Imperio Romano
Aunque no se menciona directamente como corrupto, el sistema romano es criticado indirectamente por su opresión y explotación:
Apocalipsis 18: En esta visión simbólica, «Babilonia la grande» representa un sistema corrupto de poder y riqueza que oprime a los pueblos. Algunos estudiosos identifican esta figura con el Imperio Romano, denunciando su avaricia y su injusticia.
"Porque todas las naciones han bebido del vino del furor de su fornicación, y los reyes de la tierra han fornicado con ella." (Apocalipsis 18:3)
Reflexión teológica
El contraste entre el Reino de Dios y los gobernantes corruptos: Jesús enseña que el poder debe ser usado para servir, no para dominar. En Mateo 20:25-28, Jesús dice:
"Sabéis que los gobernantes de las naciones se enseñorean de ellas, y los que son grandes ejercen autoridad sobre ellas. No será así entre vosotros, sino que el que quiera hacerse grande entre vosotros será vuestro servidor."
La justicia divina: El Nuevo Testamento promete que Dios juzgará a los líderes corruptos y restaurará la justicia. La corrupción humana es temporal frente al Reino eterno de Dios.
El llamado a la justicia: Los cristianos son llamados a actuar con integridad y justicia en sus propias vidas, rechazando el abuso de poder y denunciando la injusticia cuando la encuentren.
Conclusión
El Nuevo Testamento ofrece ejemplos claros de líderes que actúan de manera corrupta, ya sea por miedo, orgullo, debilidad moral o ambición. Estos relatos contrastan con el modelo de liderazgo basado en el servicio, la justicia y la humildad que Jesús enseña y ejemplifica. Estas enseñanzas siguen siendo relevantes para reflexionar sobre la corrupción en el liderazgo contemporáneo.
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