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La igualdad de género en la crianza de mis hijas

    El caso personal que relato en primera persona es como el de tantos progenitores de la sociedad española, de la que la Justicia y los poderes públicos no les interesa ver. Sin embargo, tu caso o el mío, quedan bien reflejados en el artículo del medio digital «Cinco días» de 12 de diciembre y titular «Hombres que apartan su carrera para apoyar a la mujer».



Según este artículo, ya en 2019 el 87% de las personas que renunciaron a sus carreras para cuidar a sus hijos, eran mujeres. “Este año, con la pandemia, la situación se ha agravado porque, cuando no es posible el teletrabajo, es la mujer la que está más presionada para renunciar a su empleo y ocuparse de los cuidados”. El caso, añade, es que existe una amenaza real de retroceso en materia de igualdad de género, que puede llegar a hacernos perder, según el Fondo Monetario Internacional (FMI) hasta 30 años de avances.

Mi hija Mónica nació el 5 de abril de 2013, segunda tras el nacimiento de su hermana Lidia aquel 4 de octubre de 2011. A partir de este año, el trece, como progenitor empiezo a adoptar medidas de conciliación familiar y personal de común acuerdo junto a su progenitora y pareja por aquel entonces.


Cuando nacieron las dos siempre estuve muy apegado a ellas para su crianza en todo momento. Lidia y Mónica dormían en sus cunas pegadas al lado de mi parte de la cama, pasaba noches en vela pendiente de sus respiraciones, les ponía el chupete cuando se les caía, proporcionaba sus biberones y alimentación, así por un largo etcétera. Soy su progenitor y son cosas que te sales solas.

Como su madre ostentaba un cargo de responsabilidad importante en la función pública, y coincidiendo con su ascenso por libre designación política a una jefatura provincial, que requería un importante desempeño sobre jornada horaria y disponibilidad 24/7, en todo momento localizable; funciones que imposibilitaban de manera muy considerable la plena conciliación familiar, incompatible totalmente con lo referido.

De ahí que, tras su permiso de maternidad, para que ella pudiera desempeñar su puesto con total tranquilidad, decidí sacrificar mis aspiraciones profesionales (me estaba preparando para ascender a escala Ejecutiva), en pro del bienestar familiar y de nuestras hijas. De forma que en agosto de 2014, solicito ante mi trabajo licencia por asuntos propios sin cobrar, durante todo el mes, mientras se resolvía mi solicitud de excedencia particular por cuidado de hijos (también sin cobrar ni un euro por un año).

Licencia por asuntos propios de 4 de agosto a 5 de septiembre de 2014

Solicitud de excedencia por cuidado de hijos desde el 8 de septiembre de 2014

Concesión de la excedencia por cuidado de hijos

Y bien, llegó la excedencia particular por cuidado de hijas, y resultaron los meses más satisfactorios para mi vida con respecto a mis hijas. Fue dedicación total y exclusiva para ellas y el hogar. Desde mi infancia, fui criado y educado por mis padres para que, como persona, pudiera desenvolverme  con total autonomía individual, doméstica, laboral, etc. Por esto, les cocinaba, limpiaba y aseaba a las niñas y al hogar, las alimentaba y llevaba al cole, citas médicas, tenía la cena preparada para cuando su madre terminara su jornada laboral y poder disfrutar unos momentos antes de llevarlas a dormir.

Por parte de su madre, llegaba a casa totalmente estresada y preocupada por sus responsabilidades profesionales y políticas, puesto que su cargo dependía por aquel entonces del Partido Popular de Almería, que era quienes estaban en el Gobierno central, y como persona, era muy responsable y preocupada de su imagen y de complacer constantemente, tal y como de manera pública todo el mundo sabía.

Como interpretación de lo que denominan por algunos sectores sociales y públicos «el patriarcado», desde esta óptica o punto de vista, se podría afirmar, que los roles maternos y de pareja eran los de los hombre opresores: dedicación exclusiva a su carrera profesional, libertad horaria para su compromiso familiar y de hijas, viajes constantes a otras provincias, en resumen, todo lo que se podría entender por este patriarcado pero en la persona de una mujer.

En cambio, mi rol, también desde este punto de vista, aún considerado como hombre por el Estado, correspondía a los de una mujer: cuidado de hijas, responsabilidad doméstica (amo de casa), sin percibir retribución económica alguna. Y todo durante más de un año.

Decir que fue una decisión totalmente libre e individual de la que no me arrepiento, puesto que el cuidado de mis hijas fue lo más satisfactorio, vuelvo a repetir hasta la saciedad, y mi lado femenino se encontraba a flor de piel. Pero si he de mencionar, que no me esperaría lo que me vendría en un futuro.

Y para poder continuar llevándolas y recogiéndolas del colegio, solicité sucesivas reducciones horarias en mi jornada laboral para que coincidieran con sus horarios de 9 a 14 horas, en fechas 11 de julio de 2016, y 7 de junio de 2017. ¡Pero bueno! Con esta última reducción horaria coinciden acontecimientos inesperados de los que narraré en otra ocasión.

Concesión de reducción de jornada de 11 de julio de 2016


Concesión por silencio administrativo de reducción horaria de 7 de junio de 2017


    Tal fue el acontecer en mis responsabilidades y derechos como progenitor con mis hijas, y viceversa, desde el nacimiento de Mónica hasta comienzos de junio de 2017, sacrificando mis expectativas profesionales en pro de su madre, quién imagino no tendrá quejas con los hechos objetivos que he mencionado, los cuales llevaron a cumplir con sus aspiraciones estrictamente profesionales.

Dedicado a mis dos hijas Lidia y Mónica.


Lo que suele ocurrir en toda ruptura de pareja

    Cuando el amor se acaba, pues pasa lo normal, que dos personas no tienen por qué seguir conviviendo aparentando una falsa relación (aunque también es respetable y lo deciden muchas personas, no fue nuestro caso). Así que, de común acuerdo, decidimos cada uno seguir su camino hacia la felicidad.

Y a mediados de marzo de 2016 ya me encontraba haciendo los preparativos para hacer del piso que me compré en 2015 más habitable y dotarlo de confort para las niñas y para mí.

Dar de alta la luz, el agua, el padrón y los impuestos municipales como el de basura, etc, además de comprar nuevos muebles.

Cuando tomamos la decisión aún en el domicilio que venía siendo el común, siempre tuve presente que por ser una persona considerada por el Estado con identidad sexual de hombre, por aquel entonces, era conocedor de que podría considerarse, en caso de conflicto, como una salida domiciliaria que se podría volver en mi contra y en los derechos de las niñas en un futuro.
Por eso, lo dejamos perfectamente hablado previamente para desempeñar la custodia compartida, independientemente de la decisión adoptada, para respetar lo que se había venido desarrollando desde el nacimiento de las niñas y fuera lo menos perjudicial para sus rutinas y hábitos.
Así que, ya a mediados de abril me encontraba totalmente instalado en un nuevo hogar para nuestras hijas y para mí, con toda la dignidad, equipamiento y comodidades que están a nuestro alcance, con total ilusión por la cercanía de la playa y la dotación de piscina en nuestra nueva urbanización en la localidad de Aguadulce.
A partir de entonces, empezamos a alternar las estancias en las dos casas, la de la progenitora y la mía, porque siempre consideramos que nuestras hijas tendrían las dos casas como suyas y, con la intención de que se encontraran totalmente identificadas con sus dependencias.
En aquel entonces, Lidia y Mónica estaban muy ilusionadas en conocer nuevos lugares, parques, playas,…, interactuar con nuevos amiguitos y vecinos, para luego, ir yendo a contarle las nuevas experiencias a su madre, y viceversa.
Por mi parte, me encontraba muy ilusionado y contento, con un sentimiento de libertad, desahogo y poder autorrealizarme como persona, puesto que desde casi diez años, me encontraba con una pareja, que si bien, nos conocimos con mucho amor y cariño, con el paso de los años, por circunstancias, fui cayendo en la sumisión hacia la otra persona, quién desarrolló con el tiempo un perfil muy autoritario, rígido e inflexible, con un elevado narcisismo en todas las áreas, toques de frivolidad e ironía en su estilo, aparte.
Bueno, pues ya en estas fechas nos encontrábamos hablando de estas cosas que no tienen por qué coincidir fielmente con la realidad y uso de un nombre ficticio (estoy escribiendo un libro que espero publicar):
08/05/16 17:13: Miguel: Espero la planificación de ambos para finalizar el mes
08/05/16 17:18: Lima:  Ja
08/05/16 17:18: Lima: Ja
08/05/16 17:18: Lima: Ja
08/05/16 17:19: Lima: Yo también espero la tuya
08/05/16 17:19: Miguel: Las recojo miércoles y jueves
08/05/16 17:19: Lima: Y nada menos que de más de 15 días
08/05/16 17:20: Lima: De momento el martes no llego a la casa hasta las 19
08/05/16 17:21: Lima: Por lo que ya me espero y vuelvo con Lidia
08/05/16 17:23: Lima: Estoy haciendo cambios de ropa. Así que aprovecharé para ir empaquetándote cositas. Es el momento perfecto con tu casita nueva
8/5/16 18:10:45: Lima: Por cierto yo tampoco soporto la tuya. En resumen: no nos aguantamos. Pero hay que ser más coherente y sentarse hablar del futuro de las niñas y no como siempre arrancadas de caballo. Me voy sin dar explicaciones y ya veremos. Si no quieres que tus hijas sufran, reflexiona
y habla conmigo de cómo hacer para que no sufran y noten nuestras ausencias lo menos posible.
Y esto que te digo no es más otro sueño que yo tengo , porque donde no hay no se puede rascar y en 8 años no ha habido diálogo ni entendimiento. Ahora no lo espero tampoco. Pero no esperes que yo esté sola a la retaguardia de dos niñas. Económica, física y emocionalmente tienen padre y madre 
 8/5/16 18:11:29: Miguel: Evidente
 8/5/16 18:12:28: Lima: Pues no lo haces tan evidente
 8/5/16 18:13:17: Lima: Sobrado que vas muy sobrado de boquilla. Más coherencia es lo que tienes
que tener.
 8/5/16 18:17:48: Lima: Me importa una mierda tu diálogo hacia mi, te repito que lo que es evidente es que YO no quiero nada de ti y yo si que actúo con coherencia. Pero hacía ellas quiero equidad.
Las vacaciones, las semanas semanas santas, navidades…no va a venir papi a verlas dos tardecitas y darle a mami 200 € para que los gestione! EQUIDAD!
 8/5/16 18:18:38: Miguel: Esta claro
 8/5/16 18:18:56: Lima: Ja
 8/5/16 18:19:01: Miguel: Menos literatura y vamos a ver como hacemos este mes
 8/5/16 18:19:02: Lima: Ja
 8/5/16 18:19:06: Lima: Ja
 8/5/16 18:19:14: Lima: 💩💩💩 💩💩 💩💩 💩💩 💩💩 💩💩 💩💩 💩💩
8/5/16 18:19:19: Miguel: El verano etc
 8/5/16 18:19:23: Lima: Menos mierda quiero
8/5/16 18:19:46: Miguel: Cuando se pueda planificar, avisa
8/5/16 18:20:32: Lima: Esta semana ya te he dicho. O es que con tanto tornillo te has quedado tonto
8/5/16 18:20:39: Lima: Lee hombre
8/5/16 18:21:56: Lima: Por watsat quieres planificar el futuro de tus hijas????? Y un 💩💩 💩💩 💩💩 💩💩 💩💩 💩💩 💩💩 💩💩 💩💩
Así que, fui recogiendo las pocas pertenencias que me quedaban en el lugar donde vivía, y tuve que dejar de lado las aspiraciones profesionales, y algunas otras actividades que no eran más importantes que nuestras dos hijas.
Tras un par de días desde la última conversación, me encuentro con esto:
11/5/16 17:56:44: Lima: Oye conmigo no tienes que ponerte serio, si no nos queremos y no nos
entendemos es mejor estar contentos o hacer por estarlo por las niñas
11/5/16 18:35:31: Miguel: Precisamente no me pongo a reír por respeto a ti, no vayas a pensar que me lo estoy pasando de lo lindo sin ti
11/5/16 18:35:38: Miguel: Besos
11/5/16 18:37:10: Lima: No hace falta lo reír ni llorar. Estamos bien pues naturalidad
12/5/16 13:58:07: Miguel: Para las niñas, a que hora vuelves a casa?
12/5/16 13:58:27: Miguel: Para planificar recoger a lidia
12/5/16 14:41:29: Lima: Me quedare en la oficina y vuelvo cuando termine de temas
12/5/16 14:41:47: Lima: No se a qué hora será porque a veces no depende de mi
12/5/16 14:42:01: Lima: Para las 21 intentaré estar allí
12/5/16 14:43:35: Miguel: Ok
12/5/16 22:01:07: Miguel: Mñn tengo academia a las cuatro
12/5/16 22:01:17: Miguel: No poder recoger a lidia
12/5/16 22:12:14: Lima: No te preocupes. No me tienes que dar explicaciones. Pero si creo que debemos sentarnos hablar. No des por sentado lo que otras veces habíamos dicho. 
12/5/16 22:14:15: Miguel: Vale
12/5/16 22:14:38: Lima: Yo estoy reflexionando y creo que como mejor estarán las niñas es disfrutando de los dos, para eso tenemos que compartir custodia. Vamos a analizarlo en frio los dos y lo dejamos escrito si te parece. Yo no puedo hacerme cargo al 100% de ellas con calidad y esperar a ver si tu puedes cada tarde no es la solución porque me siento como si te pudiera favores
2/5/16 22:15:40: Miguel: Me parece bien
12/5/16 22:15:49: Miguel: Hablaremos
12/5/16 22:18:39: Lima: Por cierto cuando estéis en esta casa, te pediría que antes de irte…se recogieran los juguetes. Si yo fuera a la tuya imagino que no te gustaría llevar y encontrarte todo empantanado
12/5/16 22:33:15: Miguel: Hemos estado en Aguadulce
    Todo esto fueron los primeros momentos de la separación. Cuando pasó más o menos un año (que iré narrando y posteando, al margen de la escritura del libro), me encuentro con esto, como para  que te vuelvan loco, que de la noche a la mañana, te hagan lo blanco negro:
Resumen de la denuncia presentada el 6 de julio de 2016.
Hasta la próxima. Paz y amor.

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